Ayer Francia solicitó formalmente al Consejo de Seguridad de la ONU un despliegue de una misión de paz del organismo en Malí. La misión debería ser desplegada luego de que las tropas francesas que se encuentran en el terreno hayan recuperado firmemente el control del norte del país, afirmó la delegación francesa.
Luego, en una conferencia de prensa en el Palacio de Vidrio Hervé Ladsous, jefe de operaciones de paz de la ONU, anunció la misión: “Todas las señales conducen a esta solución y nosotros nos estamos preparando en ese sentido”, dijo. Ladsous hizo un informe sobre una reunión, realizada hace dos días, con representantes de la Unión Europea, la Unión Africana y la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), al final de la cual habría surgido una visión común sobre la situación en Malí. “Por supuesto, los cascos azules serán desplegados exclusivamente con el consentimiento del gobierno de Bamako” añadió.
Mientras tanto, se desconoce cuál es la situación real en el terreno. Según declaraciones del ministro de Defensa francés, Jean Yves Le Drian, serían “cientos” los combatientes tuareg e islamistas que murieron durante la ofensiva francesa en el norte de Malí, que comenzó el 11 de enero.
Declaraciones que se hicieron después de las dudas que se expresó desde varias partes sobre la verdadera eficacia de la ofensiva. De hecho, según algunos observadores, la misma podría abrir una segunda fase en la que los combatientes rebeldes, que conocen muy bien el terreno, podrían pasar a cometer actos de guerrilla, sabotajes y atentados. [GB/VR]