La Comunidad (para el desarrollo humano), organismo social y cultural del Movimiento Humanista alza su voz para denunciar la extrema situación de violencia a la que se ve sometido el pueblo de Malí.
La situación se ha vuelto crítica en las últimas semanas debido a la cruel lucha entre fuerzas gubernamentales y las milicias en el norte del país y al envío de tropas por parte del gobierno de Francia y al apoyo logístico e ideológico brindado por el Grupo de los 8 y la ONU a la acción militar de Francia.
Nuevamente, se recurre a la lucha armada para tratar de resolver los conflictos cuyas raíces se encuentran en las inhumanas condiciones de vida a la que se ven sometidos los habitantes de un país ó una región.
El uso de la violencia física, por parte de uno y otro bando no traerá la Paz. Por el contrario, hará crecer las indignas condiciones de pobreza, discriminación y marginación de dichos pueblos.
La situación en Malí es también consecuencia de la miopía y la complicidad de los mal llamados “países desarrollados” que en lugar de colaborar genuinamente al desarrollo humano de las regiones africanas, sólo se han ocupado de su explotación económica y de su discriminación.
Hoy explota Malí, como en el pasado explotó Libia, Egipto y Costa de Marfil, y como también podrían explotar las situaciones en Mauritania ó Níger en un futuro próximo. En la mayoría de estos países se combinan la extrema pobreza, la acción de gobiernos dictatoriales o insensibles, la acción de grupos armados que quieren derrocar al gobierno o ganar territorio, y la complicidad de los gobiernos europeos, el G8 y la ONU.
No se trata de justificar ninguno de los bandos violentos.
Una respuesta violenta a la violencia no traerá la Paz.
Sólo la “no-violencia activa” podrá ayudar a revertir la inhumana y violenta situación de Malí y de toda la región.
“No-violencia activa” significa:
– el inmediato cese del uso de las armas por todos los bando en conflicto.
– el compromiso de generar mecanismos de diálogo supervisado por la ONU y la Regional de Países Africanos.
– El compromiso y acción decidida de los países de todo el mundo de invertir sus recursos en salud, educación, vivienda y desarrollo humano para todos sus habitantes en lugar de seguir alimentando sus inversiones en la industria de armamentos.
¿Qué pasaría, si en lugar de seguir alimentando la industria bélica con miles de millones de dólares, los países, comenzando por aquellos con mayor cantidad de recursos, colaboraran genuinamente con el desarrollo humano de la región africana? Seguramente, los violentos de diferentes posiciones no tendrían justificación para su accionar y las poblaciones rechazarían decididamente cualquier acción de violencia.
No seamos cómplices de la violencia justificando a uno u otro sector.
El hecho armado de la guerra siempre genera sufrimiento en los más indefensos, son mujeres, niños y ancianos, seres humanos inocentes, los que terminan siendo las víctimas a ambos lados.
Manifestamos nuestro apoyo y solidaridad con la población de Mali, pedimos que se detengan las acciones armadas inmediatamente y actuaremos para promover y difundir esta petición
Levantemos nuestra voz para denunciar a los violentos de todo tipo y bando que hoy generan dolor, sufrimiento y muerte al pueblo de Malí, y exijamos el cese inmediato de la lucha armada.
Levantemos nuestra voz, la voz de la no-violencia, para ayudar al pueblo de Malí.
Equipo de Coordinación Mundial de La Comunidad (para el desarrollo humano)