Más de 650.000 ciudadanos ya han firmado la petición para proteger a las ballenas y se espera poder llegar a un millón.
En la cumbre en Marruecos, un equipo que representa a las organizaciones de base (Avaaz y otras) está colocando grandes carteles, publicando anuncios en los diarios, y armando un enorme contador que se actualizará constantemente con el numero de firmas recogidas para la petición. La idea es asegurar que, desde el momento en que se bajen del avión, los delegados nacionales reciban un mensaje atronador: que el mundo no aceptará la matanza legal de las ballenas.
Para firmar contra la matanza legal de ballenas, se puede hacer click en [https://secure.avaaz.org/es/whales_last_push/?vl](https://secure.avaaz.org/es/whales_last_push/?vl)
Gracias al clamor público internacional, muchos gobiernos han expresado su rechazo a esta propuesta. Cada vez que la petición llegó a 100.000 firmas, fue entregada a la Comisión y a gobiernos claves y algunos, como el de Nueva Zelanda, han agradecido a todos los que han firmado.
Sin embargo, la presión a favor de la caza comercial de ballenas continúa siendo muy fuerte y ahora parece que otros gobiernos, especialmente en Europa y en America Latina, podrían abstenerse. La votación aún puede inclinarse hacia un lado o el otro.
A pesar de la prohibición actual, Japón, Noruega e Islandia continúan con la caza y la explotación comercial de las ballenas y están ejerciendo presión para que la propuesta de la Comisión sea lo más débil posible. A la espera de recibir permiso para cazar aún más ballenas, se ha sabido que Japón ha comprado el barco ballenero más grande en la historia de la nación.
La presión ciudadana es la mejor esperanza. Al fin y al cabo fue un explosivo movimiento social en los años ochenta el que hizo posible el acuerdo que estableció la prohibición de la caza comercial que hoy se está tratando de proteger.