Con el título de “Caminata por la paz – nunca más otro Hiroshima” se conmemoró el sábado 6 de agosto en Praga los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki
La ceremonia comenzó frente a la Embajada de Estados Unidos en la calle Tržiště. Los organizadores interpelaron al personal de la Embajada, preguntándoles donde se iniciaba y donde terminaba la prohibición de fotografiar desde la pared del edificio. Efectivamente, algunas semanas atrás, el ministerio de Asuntos Extranjeros de la República Checa había confirmado que los ciudadanos podían tomar fotos libremente sin limitaciones en todo el territorio nacional.
Poco después, los participantes del evento evocaron en silencio a las víctimas de Hiroshima y Nagasaki. Reflexionaron sobre la gravedad del bombardeo atómico en general y sobre la responsabilidad de Estados Unidos en particular, señalando que el presidente Barack Obama durante su reciente visita a Hiroshima no había aprovechado la ocasión para presentar sus disculpas en nombre de su país a las víctimas.
A continuación, los participantes se dirigieron a la Embajada de Japón, situada a menos de 400 metros, donde encendieron velas y expresaron su sentimiento de solidaridad y de compasión por las víctimas, con la esperanza de que nunca más se vuelva a producir una barbarie de ese tipo.