La autoridad se ha limitado en señalar que los estudiantes *»no pueden ser egoístas en el actual momento por el que atraviesa el país»*. Ante lo cual se les ha hecho ver el compromiso de los universitarios en la
reconstrucción del país, lo que ha quedado de manifiesto desde el primer día de ocurrida la catástrofe en el que miles de estudiantes se movilizaron para ir en ayuda de los compatriotas afectados por el terremoto y tsunami. También ha quedado de manifiesto en el petitorio CONFECH, en el que se ha solicitado a las autoridades aumentar el
beneficio de $30.000 a $113.000 y donde se ha hecho hincapié en la condición en que quedaron las Casas de Estudios de la XII y XIII regiones.
La Educación Superior Chilena vive uno de sus momentos más críticos, expresados en las constantes crisis de las Universidades del Estado (UV, UTEM, UPLA, UMCE, etc.). La respuesta del Estado para salvar las crisis institucionales, se ha dado en el marco del “pago familia” es decir, en el precio de los aranceles, que cada año van subiendo. Y sin
embargo, los “beneficios” que entrega el Estado siguen estancados.
Ante la falta de diálogo por parte de las autoridades, se levanta un movimiento nacional que reune en la ciudad de Valdivia a las diferentes federaciones de estudiantes con el propósito de profundizar en los siguientes puntos: la participación, el financiamiento, los canales de acceso a la educación superior y otros.