Los manifestantes se reunieron en la plaza Omonia de Atenas para protestar contra la discriminación, portando carteles con los lemas «Neonazis fuera» y «Castigo para los asesinos fascistas de Shezad Luqman«, un inmigrante asesinado.
Dos hombres, uno de 25 años y un bombero de 29, confesaron a la Policía haber apuñalado a Luqman en el pecho en la madrugada del miércoles, luego de una discusión.
La Policía consideró que el ataque pudo estar motivado por causas raciales ya que en el domicilio de uno de los atacantes se encontraron panfletos del partido ultranacionalista Amanecer Dorado, informó la agencia de noticias Europa Press.
Este partido griego de ultra derecha, que pretende deshacerse de los inmigrantes ilegales, obtuvo el 7% de los votos en las elecciones parlamentarias de junio de 2012.
Sin embargo, las últimas encuestas de opinión muestran que ya ocupa el tercer lugar entre los partidos políticos griegos, con un apoyo de entre el 10,7% y el 12%.
«Tal vez su muerte logre detener este tipo de ataques. Estamos protestando para que el Gobierno tome medidas para detener los ataques racistas», expresó el presidente de la Comunidad Paquistaní, Javied Aslam.
Por su parte, Amnistía Internacional afirmó que el asesinato de Luqman no constituye un hecho aislado, si no que muestra el «continuo fracaso» de las autoridades griegas a la hora de tomar medidas para acabar con la violencia racista.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) señaló que los ataques racistas aumentaron de manera alarmante durante la crisis económica, que provocó que uno de cada cuatro griegos estén desempleados y que hizo bajar el nivel de vida de sus ciudadanos, sin que el gobierno tome medidas serias para frenar el problema.
Los grupos de defensa de los Derechos Humanos explicaron que la mayoría de las víctimas son atacadas en lugares públicos o en medios de transporte públicos, normalmente por grupos de hombres vestidos de negro, que en algunas ocasiones llevan la cara cubierta.