Delegaciones de los ejércitos de India y Pakistán se reunirán este lunes en la línea fronteriza de la disputada zona de Cachemira, con el objetivo de atenuar la tensión desatada entre ambos países a raíz de la muerte de soldados de ambos bandos.
El ejército paquistaní también confirmó el encuentro mediante un comunicado.
Los llamados «encuentros de bandera», como el de mañana, se producen con cierta frecuencia entre militares de estas dos potencias nucleares para discutir e intentar resolver incidentes fronterizos.
Las autoridades indias habían solicitado en los últimos días una reunión de este tipo pero hasta hoy no se produjo la respuesta de la parte paquistaní.
En la última semana la tensión en Cachemira aumentó notablemente debido acusaciones cruzadas entre las dos países a raíz de la muerte de militares de ambos bandos.
El ejército de Pakistán acusó el pasado jueves al de la India de matar a un soldado suyo en la zona norteña de Cachemira, incidente que se suma al de otros tres fallecidos desde el pasado domingo -dos indios y uno paquistaní-.
Tras varios llamados a la calma, por parte de las cancillerías de ambos países, la tensión volvió a subir ayer debido a unas declaraciones del jefe de las Fuerzas Aéreas indias, el mariscal de aire N.A.K. Browne.
El militar indio advirtió públicamente a Pakistán de que la India puede verse obligada a «considerar otras opciones» si su rival vuelve a violar el alto el fuego fronterizo.
La llamada Línea de Control en Cachemira, entre ambos países establecida mediante un alto el fuego en 2003, es escenario de numerosos incidentes con fuego cruzado y, en ocasiones, con acusaciones por la muerte de militares o civiles de los dos estados.
Pakistán y la India han librado dos guerras y conflictos menores por la soberanía de Cachemira y los incidentes son relativamente habituales en la frontera que comparten en esa región, que es una de las más militarizadas del planeta.
Cachemira, a los pies del Himalaya, es la única región de la India con mayoría musulmana y por eso Pakistán reclama su soberanía desde la partición del subcontinente, realizada en 1947 con criterios religiosos.