El Gobierno de la República de Ecuador solicitó este martes a las grandes economías del Norte un apoyo estratégico para llevar a cabo una iniciativa ambiental que prevé reducir la emisión de 400 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, cantidad que constituye la emisión de un país como Francia durante todo un año.
La solicitud fue hecha por la ministra Coordinadora de Patrimonio del Ecuador, María Fernanda Espinosa, durante su participación en la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que se realiza en Cochabamba, Bolivia, entre el 19 y el 22 de abril. La iniciativa busca dejar bajo tierra 20% de las reservas totales de petróleo de Ecuador –unos 900 millones de barriles– con una doble finalidad: reducir la emisión de gases y proteger el Parque Nacional Yasuní, espacio natural con una importante biodiversidad y hábitat de algunos pueblos libres de esa nación.
En el Coliseo de la Universidad del Valle de Cochabamba, Espinosa dejó claro que este esfuerzo conlleva necesariamente el apoyo y aporte de las grandes economías del mundo, quienes tendrían la oportunidad de demostrar cuán grande es su intención de colaborar con el planeta. La ministra llevó a esta conferencia una serie de propuestas de su país, entre ellas el establecimiento de un impuesto a las exportaciones de petróleo, además de adoptar el índice de la huella ecológica en el ámbito planetario como herramienta de evaluación y toma decisiones, es decir, que se mida el nivel de desarrollo de los países de acuerdo con la impronta ecológica que dejan.
Asimismo, manifestó la necesidad urgente de restituir la institucionalidad de las Naciones Unidas para lograr un tratamiento democrático y transparente en la toma de decisiones. “No nos dejemos hipotecar a los intereses de unos pocos, proclamemos la igualdad soberana entre todos los países del mundo”, aseveró.
La funcionaria del Gobierno ecuatoriano aprovechó la ocasión para manifestar el apoyo de su país a las propuestas de reconocimiento de la deuda climática y de conformación de un tribunal internacional de justicia climática. También se refirió a una decisión del Gobierno de Estados Unidos, que días atrás le suspendió a Ecuador una ayuda para su agenda de cambio climático de 2,5 millones de dólares, porque el Gobierno del presidente Rafael Correa no se adhirió al acuerdo climático de Copenhague. “Ecuador no aceptará esas formas de chantaje, por eso nuestra respuesta es el ofrecimiento a Estados Unidos de una suma de 2,5 millones de dólares en cooperación si la nación norteamericana aceptar firmar el Protocolo de Kyoto”, sostuvo.
Expresó asimismo que el cambio climático no deber ser utilizado como cortina de humo para eclipsar otros graves problemas ambientales actuales. Enumeró entre esos problemas la pérdida de biodiversidad, el mal uso y distribución del agua, la pobreza, el desempleo, los altos costos de la guerra, la crisis del capitalismo, de la especulación y el salvataje económico irracional. “El problema del cambio climático no se soluciona sólo con dinero, es un problema del modelo de producción y consumo, de la falta de ética planetaria”, precisó.
Fuente: Agencia Bolivariana de Noticias (Manuel Alexis Rodríguez, enviado especial)