El presidente reelecto de Venezuela, Hugo Chávez, no asumirá su nuevo mandato debido al “proceso de recuperación posquirúrgica” que afronta en La Habana, donde el 11 de diciembre fue operado por cáncer, confirmó esta tarde el titular del parlamento y número dos del partido gobernante, Diosdado Cabello.
«El comandante presidente ha pedido informar que, de acuerdo con las recomendaciones del equipo médico, que vela por el restablecimiento de su salud, el proceso de recuperación posquirúrgica deberá extenderse más allá del día 10 de enero del año en curso, motivo por el cual no podrá comparecer en esa fecha ante la Asamblea Nacional» (parlamento), dijo Cabello al leer una carta que le envió el vicepresidente, Nicolás Maduro.
La confirmación de que Chávez no asumirá el jueves 10 de enero, fecha que fija la constitución venezolana, reavivó la polémica sobre los pasos que deben darse en consecuencia.
Mientras para el Ejecutivo la confirmación de que Chávez no estará el jueves no cambia su condición de presidente en ejercicio, la oposición insistió en que corresponde que asuma el poder el titular de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello.
El concepto de «motivo sobrevenido», que se incluye en la carta enviada por Maduro a la AN, es el incluido en el artículo 231 de la Constitución para habilitar que la jura de un mandatario sea, cuando el mandatario esté restablecido, en vez de ante el legislativo, ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La carta, de cuatro párrafos y con la leyenda «Que viva Chávez» al final, fue leída por Cabello ante el pleno de la Asamblea, que el sábado último lo reelegió como titular.
La confirmación de la ausencia de Chávez llegó apenas horas después de que se conociera que la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) envió una carta al secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, en la que advirtió sobre la «grave violación al orden constitucional» que representaría la no asunción de Cabello.
En caso de que Chávez «no pueda acudir ese día a la juramentación (…) no puede existir un vacío y por lo tanto debe encargarse temporalmente de la Presidencia el presidente de la Asamblea Nacional, a quien corresponde constitucionalmente», señaló la MUD.
Para la alianza opositora, «proceder de otra manera constituye una alteración del orden constitucional que afecta gravemente el orden democrático».
Por lo pronto, la Sala Constitucional del TSJ declaró hoy inadmisible un recurso de un abogado «por la presunta amenaza de violación» a la Constitución, ante la eventualidad de que no asuma Cabello la presidencia.
Para el chavismo, el acto de asunción es un mero «formalismo» que Chávez puede cumplir con posterioridad ante el TSJ, mientras queda extendido de hecho el período presidencial que debería terminar el jueves, con todas sus autoridades, incluido Maduro.
El gobierno de Brasil coincidió hoy con esta interpretación, según explicó el asesor especial para asuntos internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García.
«No es el caso de que un nuevo presidente fue electo, y por tanto, (con una prórroga) se extendería el mandato del anterior. Es el mismo presidente que se está sucediendo a sí mismo», dijo García, quien estuvo hace pocos días en La Habana para interiorizarse sobre la salud del mandatario.
A la confirmada ausencia de Chávez, el oficialismo pudo oponer los anuncios de las presencias de los mandatarios de Uruguay, José Mujica, en representación del Mercosur, y Bolivia, Evo Morales, junto al canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, en los actos previstos para el jueves.
Ayer, Cabello, vice del PSUV, anunció movilizaciones en las calles y una concentración que se presume masiva frente al Palacio de Miraflores, sede del gobierno.
Chávez fue reelecto el 7 de octubre, operado por cuarta vez en un año y medio de un cáncer en la región pélvica el último 11 de diciembre en La Habana, y permanece internado en la capital cubana con un cuadro de insuficiencia respiratoria derivada de una infección pulmonar «severa», informó el gobierno venezolano.
En medio de la polémica, la Fiscalía General inició una investigación por una supuesta «instigación al terrorismo a través de las redes sociales», aparentemente por los llamados a un paro cívico -al que ninguna organización convocó oficialmente- y por la difusión de versiones sobre la salud del mandatario.
La investigación, según la agencia DPA, apuntaría, entre otros, a Federico Medina Ravell, primo del empresario Alberto Federico Ravell, quien durante varios años se desempeñó en el canal de noticias Globovisión y fue acusado varias veces de querer «desestabilizar» al Ejecutivo.
A esto pareció apuntar también el jefe del Comando Carabobo (comando de campaña del PSUV), Jorge Rodríguez, quien lamentó los intentos de la derecha «más recalcitrantes» de torcer el rumbo de la democracia y acusó a esos sectores de «no entender que 8,2 millones de venezolanos se pronunciaron en las urnas» en octubre.
«No tienen mesura ni límites con un líder que sólo se ve cada 100 años; la derecha nunca cuenta con la fuerza del pueblo y su vocación por la victoria; por eso no pudieron, no pueden ni podrán con la voluntad popular», remarcó.