En su discurso pronunciado ayer, 15 de marzo, en la Knéset (Parlamento israelí), el presidente Lula hizo un llamamiento para que Oriente Medio se libre de las armas nucleares. A pesar de ser miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Israel no ha firmado el tratado de no proliferación nuclear, y se sospecha que mantiene un arsenal no declarado de armas nucleares.
Israel acusa a Irán de desarrollar un programa militar de armas nucleares, pero Teherán lo niega y afirma que sus fines son únicamente civiles. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibió a Lula en la Knéset y apeló a que Brasil «se sume a la coalición internacional constituida contra Irán». «Esta coalición reúne a numerosos países que quieren impedir que Irán se dote de armamento nuclear», afirma el primer ministro israelí.
A medida que Irán avanza en su programa nuclear y rechaza los esfuerzos de negociación con otras potencias, aumentan los rumores de que Israel prepara un ataque a las instalaciones nucleares iraníes, como hizo con Siria en 2007, a pesar de que Siria niega que el blanco alcanzado fuera un reactor nuclear secreto.
Lula pasó el día en actos celebrados con las autoridades de Israel y solicitó reiteradamente mayores esfuerzos a Tel Aviv por la negociación de paz con los palestinos. El presidente citó a Brasil como ejemplo de convivencia pacífica: «En Brasil, 10 millones de árabes conviven en armonía con miles de judíos», afirma. «Esperamos que ello sirva como metáfora para buscar un mayor entendimiento en Oriente Medio». Así, Lula instó a las dos partes a «superar antagonismos».
«El Estado de Israel debe vivir al lado de un Estado palestino. Debe haber una coexistencia». Lula viajó a Oriente Medio en misión de paz, como posible interlocutor para las negociaciones. Decidido a ser uno de los mediadores del entendimiento entre Israel y Palestina, afirma que no recuerda la última vez que participó en una disputa. Ha afirmado también que es portador del «virus de la paz» desde que era bebé, como comentó durante el discurso dirigido a los empresarios, en Jerusalén.
Según el ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, en la reunión de Lula con Shimon Peres se debatió la posible participación de Brasil en el proceso de paz: «Dio mucho valor al papel brasileño por promover el diálogo. Para Peres esa capacidad de hacer amigos con todos puede ser muy útil, pero todavía no era el momento de entrar en detalles», explicó Amorim.
*Traducción: Pilar Royo*