El 1º de Marzo el Dr. Tabaré Vázquez actual Presidente y principal referente de la coalición de izquierdas Frente Amplio, colocará la banda presidencial a José “Pepe” Mujica quien resultara ampliamente vencedor en la segunda vuelta electoral, de Noviembre de 2009.

Parafraseando al escritor Eduardo Galeano, en este país de paradojas en el que hay una cárcel en la ciudad de Libertad, un arroyo seco, y un cerro chato, este veterano guerrillero integrado a la vida civil desde 1985, prepara en estos días su gabinete y la continuidad del proceso de cambios iniciado con el triunfo de la izquierda en el 2004.

“El Pepe”,que responde al trato afectuoso que le da el pueblo, le sacó la corbata a toda la dirigencia política con un estilo muy informal y sencillo, sagaz y trasgresor. Vive en una humilde casa en las afueras de Montevideo, cultiva flores y enamoró a todo el pobrerío, logrando niveles de popularidad que no tiene antecedentes cercanos en la política nacional. Ya anunció que donará integralmente su sueldo a instituciones sociales.

Su fórmula ha sido bien sencilla: dice lo que piensa, vive con austeridad y predica con el ejemplo. No se anda con rodeos y es muy criticado por incorporar el lenguaje de la calle, con lo que potenció al “personaje”. Desarrolló hábilmente un discurso crítico. Como titular del ministerio de ganadería desde el actual Gobierno y antes, como senador y diputado.

La semana anterior desató una polémica por los gastos que ocasionará el acto de asunción, unos 150.000 dólares, que Mujica pretende se pague con una colecta entre diez empresas privadas para ahorrar… contrariando una vieja tradición estatal. Finalmente las empresas asumirán los costos del espectáculo musical y el Estado el resto, dando fin a la polvareda, que el “Pepe” siempre deja tras de sí…

Un gobierno honrado, «un país de primera» fue el lema de campaña, diálogo con la oposición, inversores comprometidos en generar trabajo. Construcción de viviendas con los soldados del Ejercito Nacional, construcción de pequeños establecimientos carcelarios en atención a la emergencia existente y reintegración a la sociedad de los reclusos, desarrollo de la biotecnología, y reforma del Estado, son algunos de los anuncios que el incansable Mujica y sus voceros pretenden y anuncian como parte de su próxima gestión gubernamental.

El ejemplo de José Mujica, su extrema honradez, su sensibilidad para con los excluidos, son una base para todos aquellos que entienden que los cambios sociales, económicos y culturales son una tarea de largo plazo.
Pero la condena de los organismos internacionales a Uruguay por la presencia de la Ley de Impunidad en el ordenamiento jurídico del País, será un problema que en nuevo Presidente no podrá soslayar.

Las futuras reformas militares son también un enigma. El entrante gobierno es proclive a que los armados sigan ejerciendo funciones de policía en el exterior, al servicio de la O.N.U.

*”Me llevó toda la vida entender que la clave es ganar el corazón de la gente”*, dijo un Mujica satisfecho y con perfil bajo, la noche del triunfo electoral.

Nada mal para quien desarrolló la violencia elitista y catastrófica en los setenta, cuando la escalada autoritaria iba vaciando de contenido a la democracia como fruto de una estrategia pensada, armada y orquestada desde los centros de poder de aquel mundo bipolar. Hoy, en una nueva realidad, hay quienes ni entienden ni aceptan los nuevos tiempos. Atender la emergencia de los pobres y marginados y dignificarlos siempre es un buen camino.

Debemos esperar los primeros noventa días.