Por Haider Rizvi
«La biodiversidad es nuestra vida», declaró Veerle Vandeweerd, directora de Ambiente y Energía del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en una conferencia para promover a 2010 como el Año Internacional de la Biodiversidad.
Las medidas para reducir la pobreza y luchar contra el cambio climático no darán resultados si se demora la implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, señaló Vandeweerd, coincidiendo con varios especialistas en desarrollo.
En muchas partes del mundo, las comunidades rurales «sufren por la pérdida de la biodiversidad», añadió. Los servicios ecológicos y la diversidad biológica son vitales para la supervivencia de los campesinos pobres y de las poblaciones indígenas, dijo.
La literatura científica señala que casi 60 por ciento de los servicios ecológicos que sustentan la vida en la Tierra, como el agua potable, la polinización y la regulación de las plagas y el clima regional, se ven diezmados a causa de la actividad humana.
El tratado sobre biodiversidad promueve medidas sustanciales para 2010 que reviertan la pérdida de especies vegetales y animales. También apunta a hacer un uso sostenible de la naturaleza y a la distribución de los beneficios que conlleve el uso de recursos genéticos.
En los últimos 50 años, las especies desaparecieron 1.000 veces más rápido que el ritmo natural de ese proceso, según numerosos científicos, debido al aumento de la demanda de recursos. Pero, a diferencia del cambio climático, este asunto no ha sido atendido como corresponde.
Hubo algunos avances, según numerosos funcionarios de la ONU, pero los políticos casi no le han prestado ninguna atención a la preservación de la biodiversidad ni comprenden del todo su significado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró la falta de protección de la biodiversidad como «una llamada de alerta», en una reunión realizada el miércoles en el Museo de Historia Natural de Nueva York. «Seguir haciendo lo mismo no es una opción», remarcó.
«Necesitamos una nueva perspectiva sobre la biodiversidad», señaló Ban en la reunión donde había numerosos científicos y expertos de la ONU. «Debemos asegurar la viabilidad a largo plazo de nuestros mares y océanos», añadió.
La declaración de Ban indica que los expertos en desarrollo de la ONU están cada vez más convencidos de que no será posible alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) sin poner el mismo interés en contener el cambio climático y preservar la biodiversidad.
Los ocho ODM fueron acordados en la Cumbre del Milenio, como se conoce a las instancias inaugurales de la Asamblea General de 2000, en la que participaron 189 jefes de Estado y de gobierno.
Las metas apuntan a reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la indigencia y padecen hambre, lograr la educación primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil en dos tercios y la materna en tres cuartos, entre 1990 y 2015.
También luchar contra la expansión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el paludismo y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y generar una sociedad global para el desarrollo entre el Norte y el Sur.
La efectiva implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica puede arrojar resultados significativos en materia de desarrollo sostenible, según numerosos expertos. Esa visión del asunto parece bastante obvia a juzgar por el enfoque presentado por el secretario general de la ONU.
«Tenemos que gestionar la sustentabilidad de nuestros bosques», añadió, al explicar la necesidad de tener una «nueva perspectiva sobre la preservación de la biodiversidad». «Debemos resguardar los arrecifes de coral para que puedan seguir protegiendo nuestras costas de las tormentas y permitan la supervivencia» de las personas, remarcó.
Preservar la diversidad biológica no se trata sólo de proteger a otras especies, explicó Vandeweerd, sino de permitir la prosperidad de cientos de millones de personas que mantienen un vínculo estrecho con animales y plantes.
«La biodiversidad tiene que ver con la economía. Alrededor de tres cuartos de la población mundial depende de ella», remarcó, y añadió que tomar medidas significativas para proteger la diversidad biológica en tierra firme y en los océanos puede ayudar a millones de personas a sobrevivir sin temor a pasar hambre ni a sufrir enfermedades.
Pero para muchos gobiernos es una ardua tarea porque los intereses privados que tratan de apropiarse de las tierras de los indígenas y de otras no explotadas son muy fuertes.
El tratado de la ONU pide que las empresas compartan de forma «justa» y «equitativa» los beneficios de los recursos indígenas.
Los signatarios del tratado todavía deben resolver muchos asuntos al respecto. Por su parte, la Asamblea General tiene previsto organizar este año una «reunión especial de alto nivel» sobre biodiversidad.
«Será una oportunidad para que la comunidad internacional demuestre los necesarios avances antes de la Cumbre de Diversidad Biológica de Nagoya», señaló Ban, en alusión a la próxima conferencia que se realizará en esa ciudad japonesa en octubre.
Fuente: IPS Noticias