La temperatura política sube en el Sahara Occidental al nivel de 40 años de luchas frente al dominio marroquí, cumplidos este 27 de febrero, y a 132 años de establecida España como primera potencia ocupante de ese territorio.
Por Antonio Paneque Brizuela*
¿Celebración? ¿O conmemoración de un holocausto?, podrían preguntarse algunos sobre este aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharauí Democrática (RASD), lo primero porque durante todo ese tiempo sus enemigos no pudieron destruirla y lo segundo porque ello fue logrado a costa de muchas vidas.
En todo caso, los saharauíes festejaron ese día su integridad, unidad nacional, heroísmo y resistencia; pero también denunciaron la falta de reconocimiento de la ONU, la comunidad internacional y el incumplimiento del compromiso de 1991 acerca de un referendo para votar sobre la autonomía del territorio.
Un cuarto de siglo de falta de gestión, seriedad y ausencia de decisión a escala global, frente a los obstáculos impuestos por Rabat y partenaires occidentales como Francia, pero también de combate, día por día, por que se cumplan sus derechos de independencia.
Pero en este aniversario El Ajum rebasó límites de tradicionalismo y su presidente, Mohamed Abdelaziz, advirtió que la temperatura en la región puede calentarse aún mucho más, incluso con el empleo contra Marruecos de las armas, igual que él y muchos de sus compatriotas lo hicieron antes frente a las dos metrópolis.
«No hemos logrado la libertad y la independencia y, si Marruecos nos obliga, como hizo en 1976, vamos a reanudar la lucha armada», subrayó el jefe de Estado en una postura ya manejada en foros como el XIV Congreso en diciembre del Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario).
En su discurso por la fecha ante decenas de miles de saharauíes, Abdelaziz aludió en ese sentido a la ocupación aquel año por parte de Rabat del Sahara Occidental, tras la retirada de España, potencia colonial desde 1884, y a la disposición combativa del pueblo.
Un ejército «preparado para eventualidades»
El líder local saludó «a los heroicos combatientes del Ejército», una muestra de los cuales desfilaron en el acto frente a una inesperada tormenta de arena, «que están preparados para enfrentar todas las eventualidades y retos», y recordó que permanece abierta «la lista del sacrificio, la gloria y el martirio».
Frente a lo anterior, aseguró que Marruecos busca imponer «la arrogancia y el desprecio». Pero, en línea con la posibilidad negociadora que mantiene su gobierno, envió también «un mensaje de fraternidad al hermano pueblo marroquí y a su gobierno, y a trabajar juntos para acelerar la organización del añorado referendo».
El presidente de la RASD transmitió a Rabat que un Estado saharaui independiente será beneficioso también para Marruecos y para la paz y la buena vecindad, pues «encontrará en este país un vecino sincero, tolerante y lejos de cualquier tendencia de venganza».
Acorde con el gobernante, los acontecimientos recientes en el Sáhara Occidental confirman la falta de voluntad real del ocupante marroquí en la búsqueda de una solución justa y global al conflicto bilateral.
«Hay un cerco militar marroquí y de seguridad sofocante en las zonas ocupadas saharauis -acotó- y un acoso contra los derechos humanos, junto a la expulsión sistemática de observadores internacionales independientes que pueden dar fe de la verdad».
Criticó, además, las flagrantes violaciones marroquíes de los derechos humanos y su intenso saqueo de los recursos naturales saharauis, las brutales campañas de represión y de detención injustificada de civiles, sin delito alguno, «que no sea el de reivindicar la aplicación de las resoluciones y la Carta de la ONU».
Respecto a los aliados de Rabat en su empeño anti-saharauí, Abdelaziz caracterizó de desafortunado que ciertos países «alienten descaradamente la ocupación marroquí y persistan en la intransigencia y la obstrucción» ante las demandas de la RASD, «un pueblo que aún no goza de la libre determinación».
Acelerar el reconocimiento mundial
Abdelaziz llamó a los gobiernos de los demás países a que ayuden a acelerar el reconocimiento de la RASD, y a respaldar su candidatura a la ONU «como apoyo a la legitimidad, a la paz y por la descolonización del continente africano», en referencia a que esta es la última colonia de la región y una de las 16 del planeta.
«Esa sería una sabia decisión, puesto que un Estado saharaui independiente, con plena soberanía, constituirá un factor moderador, de equilibrio y estabilidad en África», apuntó.
Según el mandatario, el mundo no puede permanecer indiferente ante esas prácticas coloniales en pleno siglo XXI, «una ocupación militar marroquí ilegítima, cuya esencia es la expansión, la agresión y la inundación de la zona con drogas, pues es el mayor productor y exportador de cannabis del planeta».
Sería una vergüenza para la ONU y la comunidad internacional, subrayó, dejar de aplicar medidas contra Rabat, que aceleren la legitimidad para que la Minurso (Misión para el Referéndum en el Sahara Occidental, instalada en 1991) cumpla su papel «en el menor tiempo posible».
Sobre las actuales gestiones de la ONU mediante la reciente visita del enviado especial del Secretario General del organismo mundial, Christopher Ross, para preparar la gira por la región de Ban Ki-moon a principios de marzo, el presidente Abdelaziz denunció «los intentos en curso para evitar el desempeño de sus funciones».
Según el líder saharaui, Marruecos y sus aliados intentaron evitar el acceso de ambos funcionarios a la zona mediante limitaciones y presiones respecto a «su tiempo, su programa y su objetivo, y con la negatividad sobre los informes y resoluciones del Consejo de seguridad».
Advertencias y denuncias desde Cuba
El 26 de febrero pasado, un día antes del discurso de Abdelaziz en El Ajum, un alto dirigente de la RASD, Omar Mansur, ministro para América Latina y el Caribe, adelantó esa posición de su gobierno ante la dilatación del asunto en foros internacionales.
Al intervenir en un acto conmemorativo también por el aniversario de la RASD en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Mansur, de visita amistosa en la Isla, exhortó a la ONU a acelerar el referendo y subrayó que su pueblo «esperó con paciencia, pero esa paciencia llega al límite».
«Queremos llamar desde Cuba al Secretario General a utilizar todas sus fuerzas y al Consejo de Seguridad a que en abril próximo ayude al despliegue del consenso en la ONU para que se cumpla la celebración de esa consulta popular», expresó el también fundador del Frente Polisario y miembro de su Secretariado Nacional.
Mansur reveló a Prensa Latina que su gobierno detectó recientes maniobras de boicot marroquíes y de otras fuerzas contra la visita de Ki-moon y Ross a territorios ocupados, ambos en función del informe que el Secretario General rendirá en Abril ante la ONU, tras recorrer la zona el 6 y 7 de marzo próximo.
El esfuerzo del Frente Polisario desde el cese del fuego en 1991 de la guerra contra Marruecos con la promesa de un referendo con mediación de la ONU, «debe ser tomado en cuenta», indicó al hablar en la conmemoración en el ICAP.
Este movimiento de resistencia, advirtió, está ahora en una encrucijada: o sigue esperando que la ONU cumpla, o saca la conclusión de continuar la lucha de liberación con los medios a nuestro alcance, advirtió el ministro, también fundador del Polisario y miembro de su secretariado nacional.
«Esa es la disyuntiva que tenemos, sobre la cual tuvimos respuestas en el último congreso de esa organización», vanguardia política y militar de la RASD, fundada el 10 de mayo de 1973.
Además de la RASD, las otras colonias que se mantienen en el mundo son las británicas Anguila, Bermuda, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Monserrat, Santa Elena, Gibraltar y Pitcairn; las estadunidenses Islas Vírgenes de Estados Unidos, Guam, Samoa Americana y el Estado colonial de Puerto Rico; la francesa Nueva Caledonia; y la neozelandesa Tokelau.
*Periodista de la Redacción de África y Medio Oriente.