Uno de cada cuatro indígenas latinoamericanos sigue viviendo en la pobreza porque no lograron beneficiarse en la misma medida que el resto de la región durante la bonanza de la primera década del siglo, señala un nuevo estudio del Banco Mundial.
Aún así, los indígenas lograron avances importantes. Según el informe “Latinoamérica indígena en el siglo XXI”, gracias a la combinación de crecimiento económico y políticas sociales adecuadas, más de 70 millones de personas salieron de la pobreza en países como Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador, mientras que en otros, incluidos México y Nicaragua, se cerró la brecha educativa que durante décadas excluyó a los niños indígenas.
Germán Freire, especialista en desarrollo social del Banco Mundial, asegura que una de las mejoras más notables es su presencia en el escenario político.
“La población indígena participa en los procesos políticos a todos los niveles. Hay representantes indígenas desde los niveles más bajos de gobierno hasta los niveles más altos, de ahí hasta la presidencia de Bolivia”, dijo el experto.
El estudio presentado en Panamá indica que si bien conforman un 8 por ciento de la población de la región, representan aproximadamente el 31 por ciento de los pobres en América Latina.
“Los indígenas hoy siguen siendo el segmento en toda la región más pobre de cualquier país. Entonces, son más pobres inclusive que población que tiene el mismo nivel de preparación o el mismo nivel de acceso a recursos, etc.”, dijo Freire.
Freire, del Banco Mundial, asegura que la discriminación y la exclusión son importantes obstáculos para que estas comunidades prosperen y cuenten con las mismas oportunidades de tener una vida mejor.
Otro dato sorprendente que destaca el informe es que prácticamente la mitad de la población indígena latinoamericana ya vive en áreas urbanas. Sin embargo, la mayoría está relegada a barrios pobres donde vive en zonas inseguras y contaminadas.