Australia violó los derechos del ex prisionero de Guantánamo David Hicks al mantenerlo en la cárcel durante varios meses bajo un acuerdo de transferencia con las autoridades de Estados Unidos pese a que la sentencia que se le había dictado fue resultado de una negación flagrante de la justicia.
Así lo aseveró un comunicado emitido hoy por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, un órgano integrado por 18 expertos independientes que vigila la implementación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El presidente del Comité, Fabian Salvioli, recordó que los acuerdos de transferencias son importantes porque permiten que los prisioneros condenados en el extranjero cumplan las penas en su país.
“Pero los Estados no deben implementar una sentencia cuando hay evidencia amplia de que el juicio violó los derechos humanos del acusado, como ocurrió en el caso de Hicks”, subrayó el experto.
David Hicks, de nacionalidad australiana, fue arrestado en Afganistán en 2001 y enviado a Guantánamo en enero de 2002. En marzo de 2007, tras declararse culpable bajo un acuerdo negociado de culpabilidad, fue sentenciado a siete años de cárcel por “proveer material de apoyo al terrorismo”.
Hicks aceptó el acuerdo porque era una condición para que lo dejaran regresar a su país. En mayo de 2007 fue transferido a Australia, donde estuvo preso los siete meses que le restaban de sentencia.
Según el Comité, para cuando Hicks llegó a Australia había mucha información sobre las irregularidades de los procesos llevados a cabo en Guantánamo por la Comisión Militar estadounidense, por lo que las autoridades australianas no debieron privarlo de la libertad.
Finalmente, los expertos señalaron que, como Estado parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Australia tiene la obligación de ofrecer una reparación a los individuos que hayan sufrido la violación de sus derechos.