Con el lema «Todo el peso sobre sus espaldas. Dignidad en la frontera«, ha tenido lugar la II jornada sobre los derechos de las porteadoras en la frontera de Ceuta, este fin de semana en Martil (Marruecos). Distintos expertos marroquíes y españoles han analizado la dura situación de estas mujeres, «que son tratadas con desprecio», y han abogado por su humanización.
El problema del comercio transfronterizo, en particular el de las mujeres porteadoras, que tantos quebraderos de cabeza esta dando a las autoridades españolas y marroquíes, ha sido el protagonista de la II jornada de análisis y propuestas sobre la situación de las féminas que portan mercancías sobre sus espaldas en las fronteras de Ceuta y Melilla,
La cita, organizada por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucia APDHA junto con organizaciones de Ceuta y colectivos marroquíes para la defensa de las mujeres y de derechos humanos, se ha celebrado en la biblioteca pública de Martil (Tetuán) y ha contado con la participación de activistas defensores de la dignidad de las mujeres, políticos de los dos países, periodistas y destacados profesores universitarios. Todos han desarrollado sus ponencias centradas principalmente en la denuncia social de la situación de indefensión que sufren estás mujeres en las fronteras de las dos ciudades autónomas.
Zahra el khamlichi, profesora de sociología e investigadora de la universidad de Martil, fue la encargada de abrir el acto después de las presentaciones pertinentes. Su intervención se basó en las repercusiones que, a su juicio, sufren estas personas y su entorno por desarrollar un trabajo que ha calificado de denigrante. «Golpes, caídas, insultos, cargadas de pesados fardos, de hasta 70 kilos, a veces superiores a su propio peso, y hasta acoso sexual, es lo que a diario tienen que soportar estas mujeres de los propios agentes que velan por la seguridad de la frontera, en mayor medida por parte marroquí», así de tajante se muestra El Khamlichi cuando se refiere a el trato que reciben las porteadoras.
La socióloga se ha quejado de la repercusión negativa que este tipo de trasiego fronterizo tiene para la economía del país, ya que no reporta beneficio ninguno a las arcas de la hacienda marroquí, por lo que considera «contrabando legal». También va en detrimento de los productos autóctonos del país, asegura, porque los que llegan a través de la frontera son de baja calidad y dudosa procedencia, incluso ha llegado a aseverar que muchos de ellos no cumplen las medidas de seguridad alimentaria al carecer de control alguno por parte de las autoridades españolas, lo que los convierten en un problema de salud pública.
En el mismo tono se ha mostrado en su intervención la socióloga española Cristina Fuentes, miembro del Observatorio de Análisis de la Realidad Sociofronteriza del Mediterráneo (OARS Med), desarrollando parte de su tesis doctoral en su intervención y aportando datos conseguidos a través del trabajo de campo en su investigación.
La joven investigadora apuesta por la humanización de estas personas, que «son tratadas por la propia sociedad marroquí con desprecio», culpando a los gobiernos de los dos países de ejercer una violencia desmedida contra estas mujeres que sólo buscan ganar el sustento de su familia en unas condiciones degradantes para los seres humanos, contraviniendo todos los derechos básicos estipulados por las convenciones internacionales.
Por parte de los representantes políticos invitados para analizar el problema, Maribel Mora, senadora por Andalucia y Kamal Mehdi, concejal de Tetuán y abogado, no han dudado en criticar la falta de voluntad política de las administraciones para establecer mecanismos que consigan regular la actividad comercial, que según la senadora española «solo beneficia a los empresarios de los polígonos del Tarajal, que ven como sus mercancías pasan al otro lado de la frontera sin importarles los medios utilizados para ello».
Mora no entiende que el paso del Tarajal no pueda ser declarado como aduana comercial, al igual que la frontera de Melilla, vital para la salida hacia Europa de las exportaciones marroquíes de la parte oriental del país, sin dudar que implantando dicho estatus en la frontera, es reconocer la soberanía española hacia las dos ciudades autónomas por parte de Marruecos.
La senadora reconoce que las autoridades españolas saben del problema que existe con estas personas y no se explica como se pueda mirar hacia otro lado ante esta situación.
El representante político marroquí culpó al Gobierno español de provocar esta situación por no devolver la soberanía de las ciudades al control de Marruecos y criticó al gobierno de su país de no hacer nada para dar un nivel digno de vida a los habitantes del Norte para que ésto no tengan que desarrollar trabajos que van en con contra de la dignidad humana.
Las ponencias las cerraron los representantes de los medios de comunicación. El periodista marroquí Mouhcine Chergui hizo hincapié en las dificultades que tienen los profesionales de la información para realizar su trabajo en la frontera, que en el lado marroquí es nulo, «consiguiendo que la mayoría de las veces no se puedan denunciar los tratos humillantes y vejatorios que someten a las mujeres porteadoras por parte de los agentes aduaneros»
Antonio Sempere, de ceutaactualidad.com, ilustró con fotografías las vivencias recogidas durante su trabajo en la frontera de Ceuta y pidió a las organizaciones que siguieran trabajando en favor de ayudar a mujeres con el fin de que puedan optar a conseguir un trabajo que las dignifique como personas.
Con un debate en el que participó el publico asistente, se dio por cerrada la jornada, cuyas conclusiones finales serán publicadas en breves fechas y que las organizaciones convocantes se encargaran hacer llegar a las administraciones de ambos países.