Ashraf Fayadh fue condenado a pena de muerte por renegar del islam en sus poemas, según la justicia saudí

Tras un recurso de la familia, el poeta ha sido condenado a ocho años de cárcel y 800 latigazos que deberán ser ejecutados en tandas de 50

El abogado del poeta volverá a recurrir la decisión y exige la liberación del poeta, que según su defensa no ha cometido ningún delito en su ejercicio de libertad de expresión

 

Desalambre

Un tribunal de Arabia Saudí ha anulado la condena a muerte contra el poeta palestino, Ashraf Fayadh, sentenciado por renegar del islam en unos poemas, que las autoridades consideran que insultan a dios y al profeta del islam, informó este martes su abogado.

Abdelrahim Al Lahim  anunció a través de la red social Twitter la rebaja de la condena contra Ashraf Fayadh, que ha sido ahora condenado a ocho años de cárcel y a recibir 800 latigazos, según la nueva sentencia emitida por el tribunal de Abha (suroeste del país).

El letrado explicó que los latigazos se dividirán en varias fases y que el acusado deberá recibir 50 latigazos cada vez. La sentencia también obliga a Fayadh a anunciar su arrepentimiento de forma pública a través de los medios de comunicación.

Al Lahim añadió que la defensa del artista rechaza la rebaja de la pena y pidió que Fayadh sea declarado inocente y sea liberado, ya que «es inocente de todas las acusaciones contra él». Un hermano del poeta ha informado a eldiario.es este martes que la familia va a recurrir la nueva sentencia.

Ashraf Fayadh, de 35 años, es un poeta de ascendencia palestina pero que ha nacido y crecido en Arabia Saudí. Sus padres llegaron hace décadas al país buscando un futuro mejor.

El poeta fue detenido en enero de 2014 por los agentes de la denominada «promoción de la moral y rechazo del vicio» (policía religiosa saudí) mientras estaba viendo un partido de la Liga de Campeones de Europa por televisión en una cafetería de Abha.

El escritor publicó una antología de poemas en 2008 titulada Instrucciones en el interior, que la justicia saudí considera que reniegan de Alá y su profeta, Mahoma.

El reino saudí está regido por una estricta interpretación de la sharía o ley islámica, que castiga con penas de cárcel, latigazos y a muerte por decapitación el asesinato, el contrabando de drogas, la homosexualidad, la brujería y otros delitos de carácter moral o religioso, como la apostasía.

Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional han condenado la represión de Arabia Saudí contra el poeta palestino en lo que consideran un atentando contra la libertad de expresión. Denuncian una persecución más amplia de las libertades de opinión y expresión que se plasma también en la reclusión del bloguero saudí Raif Badawi, condenado a diez años de cárcel y mil latigazos. Badawi recibió el premio del Parlamento Europeo Sájarov a la libertad de conciencia.

El artículo original se puede leer aquí