La ministra de Vivienda francesa reclamó este lunes un “shock de solidaridad” a quienes poseen edificios vacíos -entre ellos, a la Iglesia católica- para ayudar a quienes viven en la calle durante el invierno.
La ministra de Vivienda francesa, la ecologista Cécile Duflot, urgió a la Iglesia católica recibir a los sin techo bajo amenaza de expropiar temporalmente sus espacios inutilizados.
“Necesitamos un verdadero shock de solidaridad. Espero que no sea necesario demostrar autoridad. No entiendo por qué la Iglesia Católica no comparte nuestros objetivos de solidaridad”, dijo Duflot, uno de los dos ecologistas del gobierno socialista del presidente Francois Hollande, al diario Le Parisien.
“La Iglesia forma parte de las personas morales a las que el Estado puede requisar. Parece que el arzobispo de París posee varios edificios casi vacíos. Acabo de escribirle una carta para ver cómo se pueden utilizar esos locales”, agregó la dirigente durante la entrevista con el periódico.
Como ante cada invierno, el debate sobre los sin techo, que se multiplican en pleno centro de París debido a la crisis económica europea, comenzó a ocupar la agenda mediática con el comienzo, esta semana, de las bajas temperaturas.
Sin embargo, la ministra de Vivienda fue más allá y se dijo dispuesta a expropiar temporaria o definitivamente los edificios vacíos que pertenezcan a bancos, compañías de seguros, empresas públicas o privadas, pero también a la Iglesia, si las 19.000 plazas dispuestas para albergar a las personas que viven en la calle no son suficientes durante el invierno.
Las requisas de bienes por parte del Estado han sido raramente aplicadas en la historia de Francia, pero las palabras de Duflot, quien dirige la alianza ecologista integrada por Los Verdes y Europa Ecológica (EELV), generaron una airada reacción por parte de la Iglesia Católica gala y los políticos conservadores.
Al ser consultado sobre este tema, el Obispo de Evry, Michel Dubost, dijo estar “sorprendido” por las declaraciones de la ministra e insinuó que podría tratarse de una represalia por la oposición de la Iglesia Católica al proyecto socialista de permitir el casamiento entre personas del mismo sexo.
“Habría que preguntarse si lo que ella dice no es una reacción a las palabras del cardenal André XXIII (arzobispo de París) sobre otros temas, en particular sobre el casamiento para todos”, declaró el obispo Dubost a la radio RTL.
Por su parte, la ex ministra de Vivienda del ex presidente conservador Nicolas Sarkozy no ocultó su preocupación por lo que calificó de “catolifobia” y también afirmó que los dichos de la actual ministra son una respuesta del gobierno a la oposición de la Iglesia al matrimonio igualitario.
“Me siento afectada por las palabras de la ministra porque soy católica y siento que comienza a instalarse un clima de catolifobia”, manifestó la ex ministra Christine Boutin a la radio France Culture.
“La Iglesia católica hace muchísimo por los pobres y en particular la diócesis de París; hay muchas campañas que ya han comenzado en la capital y los suburbios por parte de la Iglesia, que no necesita estas palabras para actuar”, agregó la demócrata cristiana Boutin.
“Antes que buscar respuestas estructurales, Duflot busca chivos expiatorios, gestos de comunicación para dar la impresión de hacer”, estimó, por su parte, Camille Bedin, secretaria nacional de la conservadora Unión por un Movimiento Popular