Análisis de Jasmin Ramsey
Cuando se habla de que las estancadas negociaciones con Irán por su programa nuclear podrían comenzar pronto, especialistas en Estados Unidos sostienen que un acuerdo negociado sigue siendo la opción más efectiva para resolver el problema y evitar la guerra.
«Creemos que es hora y claramente hay interés de todas las partes por llegar a una solución diplomática», sostuvo Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación para el Control de Armas, coorganizadora con el Consejo Nacional Iraní-Estadounidense (NIAC, por sus siglas en inglés) de la conferencia «Making Diplomacy Work» («Haciendo que funcione la diplomacia»).
«La diplomacia es la solución obvia, pero no es tan claro cómo hacer que funcione», señaló el presidente del NIAC, Trita Prasi, quien presidió la conferencia realizada el lunes 26.
Pero Estados Unidos e Irán no tienen relaciones diplomáticas desde la revolución en ese país de 1979. El conflicto ha sido principalmente frío, pero la amenaza de una guerra se agravó este año tras una campaña de presión del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
El gobierno estadounidense de Barack Obama fijó la «línea roja» de su país para atacar a Irán en la confirmación de la creación de la bomba atómica.
Pero Israel la adelantó ya en la adquisición de «capacidad» para construir un arma nuclear o en el cruce de la llamada «zona de inmunidad», que es Fordow, la central subterránea de enriquecimiento de uranio fuera del alcance de la aviación israelí.
Al ser consultado sobre cómo asesoraría al presidente si Israel atacara a Irán, Zbigniew Brzezinski, exasesor de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter (1977-1981), dijo que le hubiera hablado antes de llegar a ese punto y le hubiera dicho de no seguir la política de seguridad nacional de otro país.
«Es muy importante que haya claridad en una relación de amigos. No creo que haya ninguna obligación implícita de que Estados Unidos siga, como una mula estúpida, cualquier cosa que hagan los israelíes», dijo el estratega.
Jim Walsh, especialista en no proliferación del Instituto Tecnológico de Massachusetts, preguntó: «¿Qué logramos con una guerra?, un Irán con armas atómicas», respondió.
En contra de la línea roja fijada por Israel está la noción de que Irán ya tiene capacidad para crear armas nucleares si quisiera, según especialistas.
«Desde 2007, los servicios de inteligencia de Estados Unidos y de Occidente estiman que Irán tiene capacidad nuclear», dijo Kimball, quien antes había dicho a IPS que el objetivo debiera ser incidir en la voluntad de Irán.
«Tenemos que ser honestos sobre esto, no hay diferencia entre una centrifugadora de Fordow y de Natanz, salvo que la primera es más difícil de bombardear», indicó Walsh.
Además, la «desconfianza» entre Estados Unidos e Irán y el interés por cuestiones puntuales son impedimentos para el proceso diplomático, apuntó.
«Los dos quieren llegar a un acuerdo sobre el uranio enriquecido a 20 por ciento, quieren concentrarse en pequeñas cosas, obtener algo y seguir su camino. Es un error. Achican el espacio para las negociaciones», señaló Walsh.
El profesor Ahmed Sadri opinó: «Ahora es el momento correcto, después de las elecciones estadounidenses y justo antes de las iraníes».
«Si no hay relación (entre Estados Unidos e Irán), los sentimientos negativos se refuerzan», añadió Sadri, quien da clases sobre estudios del mundo islámico en la Universidad de Wolf.
Según Rolf Ekéus, expresidente de la Comisión Especial de las Naciones Unidas sobre Iraq, el alivio de las sanciones debe estar sobre la mesa para que Irán tenga suficiente incentivo para renunciar a sus presuntas ambiciones nucleares.
«Iraq fue elogiado por la Agencia Internacional de Energía Atómica, pero resultó que estaba mintiendo, por eso es necesario crear otro acuerdo, que contenga una muy importante dimensión de la Organización de las Naciones Unidas que respetó los límites y la independencia de Iraq», señaló el diplomático sueco.
«El sistema funcionaba y permitía que el buen comportamiento fuera retribuido con el alivio de las sanciones. El mal comportamiento chocó con una dura condena del Consejo de Seguridad, y no de gobiernos a título personal, ya sea Israel o cualquier otro», explicó Ekéus.
También remarcó: «el cambio de régimen debe sacarse de la mesa» y dejar que los iraníes «se hagan cargo de eso», y Estados Unidos debe dejar de «esconderse detrás del llamado P5+1», los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, más Alemania).
Brzezinski subrayó que el proceso diplomático no está muerto, pero enumeró una serie de opciones que debería considerar Estados Unidos si fracasan las negociaciones.
La peor sería un ataque conjunto de Estados Unidos o uno israelí, lo que generaría una «crisis regional y la propagación del odio, en especial hacia Estados Unidos», indicó, descartándolo como un «acto de irresponsabilidad y posiblemente de inmoralidad significativa de Estados Unidos».
La menos objetable de las peores opciones, las que deben considerarse solo después de que Estados Unidos no logre el resultado deseado en las negociaciones, sería cierto tipo de contención.
«Combinamos un dolor continuo pero no sanciones que ahorcan, y cuidado con esta distinción, con un claro apoyo político al surgimiento de una posible democracia en Irán», indicó.
«Y al mismo tiempo una garantía explícita de seguridad para los países de Medio Oriente que se muestran amigables con Estados Unidos, incluido Israel, siguiendo el modelo de protección a nuestros aliados europeos, que duró décadas, de una insostenible amenaza nuclear soviética», añadió.
Brzezinski añadió que Irán no duró como estado soberano durante siglos porque lo motivaron tendencias suicidas como iniciar una guerra que llevaría a un devastador ataque estadounidense.
«Cuanto antes abandonemos la noción de que en algún momento vamos a atacar a Irán, mejores posibilidades hay de negociar y de lograr la estabilidad si le sumamos el claro compromiso con la seguridad de la región, diseñada para neutralizar cualquier posible amenaza nuclear iraní de largo alcance», añadió.
* Jasmin Ramsey escribe en el blog de política exterior de IPS.