Este 2015 México cerrará con altos niveles de detención contra migrantes y mínimas mejoras en protección a sus derechos humanos, 178 mil 254 fueron entregados a las autoridades migratorias, quienes en su mayoría (92 por ciento) pertenecen a países centroamericanos y donde un 45 por ciento de los casos son de Guatemala.
En la mayoría de los casos los migrantes son forzados a salir de su lugar de origen en busca de una vida mejor, y principalmente tienen como objetivo llegar a Estados Unidos, por lo que México es el paso de tránsito de miles y miles de personas, motivo por lo que se responsabiliza al país de la seguridad de la población migrante.
La Secretaría de Gobernación (SG) afirmó que México no ha fortalecido su estrategia en materia de migración y la forma de enfrentar el problema no es con una mayor detención de migrantes, aunque es cierto que el flujo ha incrementado, cerca de 300 mil personas este año intentaron cruzar el país, de los cuales casi el 67 por ciento fueron detenidos, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM).
De los casi 200 mil migrantes que fueron detenidos y puestos ante el INM, el 144 mil 965 (81 por ciento) fueron repatriados.
El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la SG, Humberto Roque Villanueva, señaló para La Jornada, que lo que importa no es a cuántas personas regresan a su país, sino cómo lo hacen, ya que en un gran número de casos hay arbitrariedades como una repetida violación a los derechos humanos.
Para las autoridades gubernamentales el Plan Frontera Sur es una política muy “noble”, mientras que para los especialistas, organizaciones civiles y activistas, la ley migratoria representa una cacería de centroamericanos donde se contradice el discurso de protección y se actúa con la persecución, por lo que este 2015 ha sido calificado como uno de los años con más agresiones contra los migrantes.