Hay mucha información sobre este señor, pero estoy segura de que nadie sabe nada que valga la pena y yo tampoco. Porque él es un espía de profesión y los buenos espías no permiten que se filtre ninguna información importante sobre sí mismos.

Desde luego, se sabe que se llama Ronald Douglas Johnson, que tiene unos 70 a 75 años. La verdad es que su edad no aparece en ninguna parte, o sea él la ha eliminado, pero yo se la calculo por el año en que entró al ejército, que está en internet. Por lo visto, no le gusta ser tan viejo. Tiene el grado de coronel retirado del ejército y ha sido también Boina Verde.

Johnson se graduó de la Universidad Nacional de Inteligencia con una Maestría en Inteligencia Estratégica y por más de 20 años trabajó para la CIA, por eso digo que es un espía. Está casado con una dama de origen cubano llamada Aline Arias, con la que tiene 4 hijos y varios nietos. Ambos, Ronald  y Aline hablan muy bien el  castellano.

Doña Aline tiene una interesante historia familiar: su madre cubana, Helen Arias, después del triunfo de la revolución, se quedó un tiempo en Cuba para dedicarse a sacar niños de la Isla. Y es obvio que estos niños cubanos, que eran pobres y morenitos, al crecer en EE.UU. se convirtieron en cocineras, jardineros o vendedores ambulantes.

El señor Johnson no es un diplomático de carrera, aunque fue embajador en EL Salvador y le decía a Bukele todo lo que tenía que hacer. Y es cierto que parece que en el Salvador se acabaron muchas  bandas de delincuentes, lo que se hizo sin respetar el más mínimo derecho humano. Los salvadoreños tuvieron en su seno a muchos revolucionarios, especialmente al frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, uno de cuyos dirigentes más inteligentes y esclarecidos fue Shafik Handal, que vivió muchos años en Chile , allí continuó sus estudios de derecho, fue compañero nuestro y nos enseñó muchas cosas. Sin embargo, tras la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec en 1992, todas las unidades armadas del FMLN fueron desmovilizadas y su organización se convirtió en un partido político legal de izquierda. Muy pronto llegó el fracaso. Shafik ya había muerto, por desgracia.

Habrá mucha gente que considera que los delincuentes y los presos no tienen derechos humanos. Pero eso no es cierto y todas las personas decentes e informadas lo saben: los delincuentes deben estar presos y la prisión sólo significa perder la libertad de movimiento. No tienen por qué ser torturados, ni dormir  hacinados en un suelo infestado de bichos. No pueden carecer de agua potable ni comer una comida infame. Deben tener posibilidades de trabajo y de estudio. ¿Usted no está de acuerdo? Bueno, espérese que a su hijito lo metan a un reclusorio durante años por acusaciones falsas o por haberle contestado feo a un policía.

Desde luego, atendiendo a los propósitos de Trump de no aplicar más el jus solis sino el jus sanguinis, Aline Arias, Marco Rubio y miles de otras personas hijas de extranjeros, perderán la nacionalidad norteamericana. Del propio  Trump se sabe que  su madre era una inmigrante escocesa y sus  abuelos paternos unos inmigrantes alemanes. Vaya a saber donde empiezan y donde terminan el jus solis y el jus sanguinis. ¿Basta  que uno solo de los progenitores sea extranjero? Pero seguramente Trump lo arreglará a su conveniencia,

El futuro embajador  probablemente sabe comportarse como un perfecto caballero, como todo espía que se respete. Desde luego, el embajador anterior, Ken Salazar, era bien simpático y siempre usaba un sombrero alón. Una sola vez metió la pata, pero eso es lo de menos.

Ahora, si este señor Johnson piensa que Claudia es igual a Bukele y se muestra prepotente y mal educado, quiere decir que como embajador y sobre todo como espía es pésimo y tendrán que cambiarlo.  Pero me imagino que no va a ser así.

No sé qué pensaría Trunp al mandar a este  señor para México, porque acá no hay nada que espiar, ya que la política se ha vuelto transparente y todo se sabe y se discute por el pueblo. En materia de corrupción no va a encontrar nada y le tendrá que decir a su jefe  “Todos los del gobierno son unos infelices pobretones, yo sé buscar y no hay nada. Todavía no puedo intervenir todos los teléfonos, dame algún tiempo más, por favor.”

Pero en realidad lo que más le interesa a Trump es la lucha contra el narcotráfico y el fentanilo. Pues cuando Johnson se lo plantee a los funcionarios mexicanos, va a recibir una respuesta abrumadora, que Claudia ya ha explicado hasta la saciedad.

“Aquí no se puede combatir al narcotráfico a balazos. El ex presidente Calderón lo intentó y provocó un desastre gigantesco. En tiempos de López Obrador el ejército trató de detener a un capo en Sinaloa y los narcos, en represalia, comenzaron a ametrallar a la población civil. Eso no se podía permitir y el gobierno tuvo que retroceder. De todos modos, últimamente se ha detenido a muchos jefes del narco; su gobierno y usted lo saben. Pero nosotros creemos en atacar las causas de los fenómenos. Se ha estado aplicando un programa denominado “Jóvenes construyendo el futuro”, que consiste en que los jóvenes se integran como aprendices a empresas o tareas que les interesan. El gobierno les paga el equivalente a un salario mínimo mensual, que para México no es poco. Le conviene a la juventud para no caer en las garras del narcotráfico y a las empresas porque tienen un aprendiz pagado por el gobierno, que más tarde suelen contratar si ha resultado bueno.
Sobre el fentanilo más valdría que ustedes se ocuparan de su propia población, que mueren casi cien mil personas al año por consumo de esa droga.  En México eso no ocurre, si mueren algunos por esa razón, son muy pocos. Atacar las causas es la mejor solución, que si bien produce resultados a mediano plazo,  es la única efectiva y duradera. Inténtenlo y verán.”