Comunicamos la partida de nuestro querido amigo humanista Gabriel Pinto Uribe, una buena persona, un activista de los valores del Humanismo Universalista, solidario y no violento.
A sus seres queridos y a todo el mundo humanista les decimos… “Paz en el corazón. Luz en el Entendimiento”. Y pedimos por Gabriel… “que su viaje sea leve y luminoso».
Las acciones que pusiste en marcha, no podrán detenerse jamás.
Compartimos testimonios de quienes tuvieron amistad y un activo trabajo junto a a nuestro amigo.
De Rosario Ramírez, Humanista compañera de andanzas de Gabriel.
“El 10 de noviembre recién pasado, Gabriel cumplió 66 años. Ingresó a participar en el Movimiento Humanista en 1993, etapa en que el Movimiento se arraigaba en todo Chile formando Centros de Comunicación Humanista y cientos de hojas barriales. Su orientador fue el recordado Bruno Pezutto.
Formó su equipo de base en La Granja. Fue candidato a diputado por ese distrito en el 97. El 2004 fue activo en la formación del Juntos Podemos. Fue candidato a concejal en el 2016. Trabajamos por NO+AFP, en el equipo de base que teníamos en Santiago Centro.
En el 2019, hacíamos cabildos al aire libre en Plaza Brasil. Trabajó también por la candidatura de Luis Mesina para la Convención Constitucional.
Un tipo que tenía una mirada aguda del acontecer político, humanista Siloísta hasta los huesos, siempre conversábamos yo le pedía su certera mirada del acontecer político.
Un gran y querible ser humano. Y lo digo no porque vaya camino a la ciudad de la luz, sino porque ES (sus actos trascienden, sigue estando aquí) de una calidad humana extraordinaria”.
De Álvaro Mardones Rivera, Humanista amigo de Gabriel
“Adiós Gabriel, querido amigo y compañero.
Se fue un Humanista de los buenos, tu sí que creías en el poder de la Noviolencia. Trabajador incansable. Extrañaré tus debates, tu intercambio de opinión y respeto a cada ser humano que compartió contigo. Adiós amigo.”“Personalmente sentí en él un amor profundo y respeto a cada persona que con el interactuaba. Más que su biografía creo que su valor radica en su humildad y convicciones, trabajaba día a día por ello… Creo que con su trabajo dejó una profunda huella en difundir el humanismo en los barrios obreros de Santiago.”
Escrito de Claudio Medina Briones. Humanista y gran amigo de Gabriel
“Ayer miércoles entre las frecuentes llamadas Spam que hacen que casi no preste atención a mi celular, distinguí el nombre de mi ex querida amiga, Paula Lazo, respondí de inmediato y su tono de voz, su demora en decirme la razón de su llamada fueron el claro indicio de que me traía una de esas noticias que no se quieren dar.
Un amigo entrañable había partido, uno de esos que había entrado en nuestras vidas sin estridencias, ganando nuestros afectos con su sencillez: Gabriel Pinto, había fallecido luego de sufrir un infarto.
Paradojalmente, sólo hace dos semanas nos habíamos escrito por WhatsApp para lamentar la muerte de Jorge Lanata, a quien ambos seguíamos en sus programas. Cada tanto nos reuníamos para charlar del acontecer político de Chile, de Argentina y del mundo, analizando los últimos sucesos y debates del momento. En esas conversaciones, aparecían Lanata, Mayol, José Gabriel Palma y tantos otros. Y cómo no, también recordábamos los planteos humanistas de Silo, o nos preguntábamos qué diría Bruno Pezzuto sobre tal o cual asunto.
Bruno, quien fuera nuestro orientador en el movimiento humanista llamaba a Gabriel el “camarada tipógrafo”.
Creo que conocí a Gabriel una noche de otoño de 1993, fue en una actividad del movimiento humanista en la comuna de San Ramón con Aida Caniu, ahí cruzamos unas palabras, lo recuerdo algo tímido porque recién venía integrándose, pero con muchas ganas de sumarse a actividades. No sé si fue en esa oportunidad cuando me contó que en su juventud había militado en el MIR.
Tiempo después supe que estaba comenzando a trabajar en una imprenta en calle Cóndor, era un mundo al que recién ingresaba luego de capacitarse en el manejo de máquinas Offset.
Al poco tiempo muchos grupos humanistas llegaban a esa imprenta con sus hojas barriales, Gabriel logró que nos imprimieran a un mejor precio.
No recuerdo si fue el año 95 o 96, cuando las acciones del movimiento humanista se multiplicaban en hojas barriales y también en campañas políticas del Partido Humanista, cuando Bruno ideó un proyecto que tendría como eje principal a Gabriel: La imprenta GBC.
GBC era el acrónimo de Gabriel, Bruno y Celsa (la pareja de Gabriel, la de la eterna sonrisa y paciencia infinita). Qué tríada más hermosa: un italiano siloísta, un ex mirista y una creyente de Jehová. Sin duda el humanismo en acción. No solo por la diversidad y respeto, sino por el cariño auténtico que los llevó a formar una especie de familia extendida.
La imprenta GBC, o la imprenta de Gabriel como muchos la conocían se instaló primero en Santa Rosa a pasos de avenida Matta. Recuerdo como Bruno pasaba de las ideas a la acción con una velocidad que abrumaba. Su premisa era simple, necesitamos una imprenta que nos pueda imprimir nuestros materiales a bajo costo, y que a la vez haga trabajos comerciales que sustenten el proyecto. La imprenta pronto fue no solo el lugar donde imprimir hojas barriales, volantes o libros, también el lugar a donde tomar un café, conversar y complotar.
Un tiempo también estuve ahí, haciendo diseños, diagramando, organizando actividades y como no, conversando y debatiendo sobre humanismo.
Gabriel no solo apoyó con precios bajos, incluso al costo, en su Offset se imprimieron hojas barriales, sin duda fueron cientos de miles, no solo de Santiago, también de regiones. También daba ideas, priorizaba los trabajos que eran del movimiento, sacrificando incluso su tiempo.
Aun con todo ese trabajo y aporte que hacía desde la imprenta, con el apoyo de Celsa y de su hermano Eduardo, Gabriel se dio tiempo para formar su consejo en el Movimiento Humanista, ser candidato y sumarse a innumerables campañas sociales.
Así era Gabriel, sencillo y algo tímido al principio, sobrio en sus formas, pero con una gran fuerza que se iba desplegando poco a poco, tanto que juntos fuimos en misión estructural a Lima y allí en una tarde creamos unos volantes que diseñe allá mismo, cuyos originales llevamos a unas imprentas muy truchas que encontramos en una galería, lugar en el cual Gabriel llevó la voz cantante con sus colegas tipógrafos y negoció un buen precio, dando las indicaciones técnicas precisas. Debo decir que los tipos estaban algo sorprendidos y confundidos con nosotros. A las pocas horas, esos volantes los estábamos repartiendo a la salida de la Universidad San Marcos de Lima. Hace años que no recordaba esta anécdota.
Estos son algunos de los recuerdos que han surgido hoy de mi amigo el “camarada tipógrafo”. Sé que Bruno fue el primero en ver en él algo especial. Muchos lo fuimos descubriendo poco a poco, a medida que estábamos en la calle en campaña, en actividades barriales, o apoyando a otros sin esperar reconocimiento, opinando sin alzar la voz o debatiendo sin imponer y siempre de buen humor.
Ahora me lo imagino llegando a la ciudad de la Luz (sección fumadores), donde lo espera Bruno con una caja de cigarrillos y un buen café. Me gustaría escuchar sus risas, sus bromas y sus conversaciones.
Desde acá, desde este plano ya no lo puedo ver ni oír, pero su imagen me acompañará siempre… hasta que nos volvamos a encontrar”.
De Edgardo Valderas Mariante, amigo de Gabriel
“Gabriel Pinto Uribe.amigo querido, luchador incansable, de ideas y convicciones en una sola línea. A ti no te vendían la ‘pomá’, mucho menos aceptabas conversar de Cocinas… se te va a extrañar compañero,
Buen viaje… Seguiremos, los que quedamos, esperando una sociedad sin tanto arreglín y más justa…”
Agradecemos a Álvaro Mardones, por avisar de la partida de Gabriel y recopilar estos hermosos testimonios.