El ex presidente John Dramani Mahama asumió oficialmente este martes la presidencia de Ghana, en una ceremonia solemne celebrada en la plaza Black Star de la capital, Accra. Mahama, quien ya ocupó la presidencia del país entre 2012 y 2017, fue electo nuevamente el 7 de diciembre, al obtener el 56,55 % de los votos en unos reñidos comicios. La ceremonia, que se llevó a cabo ante una multitud entusiasta, contó con la presencia de numerosos mandatarios internacionales, quienes acompañaron a Mahama en su juramento.

En un emotivo acto ante la jefa del Poder Judicial, Gertrude Tokornoo, el nuevo presidente juró ser fiel y leal a la República de Ghana. La ceremonia fue acompañada por aplausos y música de percusión, mientras los ciudadanos de Ghana celebraban el retorno de Mahama a la presidencia. Además, Naana Jane Opoku-Agyemang, la primera mujer en ocupar el cargo de vicepresidenta en la historia del país, asumió también su puesto en el evento.

A lo largo de su discurso de investidura, Mahama destacó que esta nueva etapa será marcada por «una era de oportunidades y transformación sin precedentes», subrayando la «madurez» de la democracia ghanesa. El presidente electo presentó varios pilares fundamentales para su gobierno, como la mejora del entorno económico y empresarial, la gobernanza, la reforma constitucional, la lucha contra la corrupción, y el fomento de la rendición de cuentas.

Entre los desafíos mencionados por Mahama en su discurso, se incluyen los conflictos internacionales, las tensiones globales y el cambio climático, aspectos que afectarán su gestión en un contexto de inestabilidad económica mundial.

En cuanto a las relaciones internacionales, se destacó la creciente relevancia del sur global, especialmente en el marco de los BRICS. Ghana, que enfrenta actualmente una de las peores crisis económicas de su historia, con una deuda pública elevada, ha solicitado recientemente un préstamo de 3.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a la difícil situación.

El acto de investidura también contó con la presencia de dignatarios de varios países africanos y de más de 20 enviados especiales, incluidos los presidentes de Kenia, Nigeria, Togo, Sierra Leona y Ruanda, así como delegaciones de China y Estados Unidos.

Ghana es considerada una de las democracias más estables de África y, con la victoria de Mahama, se abre una nueva etapa para el país, que busca hacer frente a los retos económicos y sociales, al tiempo que refuerza su liderazgo en la región y en el escenario internacional.