Por Jessica Orrala Delgado
En el marco de la 3.ª Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia, Ecuador fue escenario de una serie de actividades significativas que fortalecen el compromiso con un mundo libre de violencia, promoviendo valores de solidaridad, empatía y unidad global.
Encuentro con Líderes Globales por la Paz
El pasado 22 de diciembre, Ecuador tuvo el honor de recibir a destacados referentes globales del movimiento por la paz: Rafael de la Rubia (España) fundador de las Marchas Mundiales por la Paz y la No Violencia; Cecilia Flores (Chile) y Mario Niebles (Colombia). Su presencia en nuestro país consolida un espacio de reflexión y acción orientado a la construcción de un futuro mejor.
La bienvenida estuvo a cargo de Silvana Almeida, presidenta de Mundo Sin Guerra y Sin Violencia (MSGSV) Ecuador, quien estuvo acompañada por Joaquín Noroña, vicepresidente. Además, participaron activamente Sonia y Glenda Venegas, Nancy Loor, Patricia Tapia, Pedro Roldán y Jessica Orrala, quienes representan la determinación y la energía de Ecuador en esta causa.
El encuentro marcó un momento emotivo y significativo en el que se reafirmó el compromiso colectivo de avanzar hacia un mundo sin violencia.
Reunión por la Paz y la Noviolencia
La icónica Rotonda del Malecón Simón Bolívar, con las estatuas de los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín como testigos, fue el escenario de una reunión memorable. Este encuentro congregó al Equipo Base liderado por Rafael de la Rubia, a los integrantes de MSGSV Ecuador, amigos, familiares y el grupo Hare Crishna, que aportó un toque cultural y artístico al evento.
Durante su intervención, Rafael de la Rubia destacó que la paz y la no violencia comienzan con pequeñas acciones individuales. Subrayó que cada uno de nosotros, desde nuestro espacio, puede contribuir a crear una sociedad mejor y enfatizó la importancia de educar a los niños en estos valores. Además, presentó la bandera de la paz, un símbolo firmado por investigadores y científicos de todo el mundo que representa el compromiso colectivo por un futuro más armonioso.
Por su parte, Silvana Almeida motivó a los presentes a sintonizarse con el deseo universal de paz. Recordó que esta marcha, iniciada el 2 de octubre en Costa Rica, es un recordatorio de que no podemos ser indiferentes ante la violencia. En su discurso citó una frase inspiradora de Silo: «Pedid y agradecer me pone en situación de acercarme a los otros y darles lo mejor sin esperar nada a cambio”. Estas palabras resonaron profundamente, impulsando a los asistentes a actuar con empatía y solidaridad.
Gestos de Unión y Creatividad
Un momento destacado del evento fue la entrega oficial de un tapete artesanal, elaborado por manos ecuatorianas, por parte de la doctora Sonia Venegas Paz a Rafael de la Rubia. Este tapete, lleno de simbolismo, será llevado a Costa Rica para integrarse a los trabajos artísticos elaborados por los países participantes en la marcha.
Joaquín Noroña también mencionó el evento de cierre en Costa Rica, donde se presentará un mural creado por niños que podrá ser apreciado de manera virtual. Este mural representará las esperanzas y sueños de las futuras generaciones, subrayando la importancia de involucrar a los más jóvenes en esta causa global.
El encuentro culminó con una fotografía grupal que capturó la energía y la unión de todos los asistentes. Este gesto simboliza el compromiso colectivo de diversas nacionalidades y generaciones con un objetivo común: un mundo sin violencia.
Como parte de la agenda, el lunes 23 de diciembre a las 16:00, estudiantes del Instituto Superior Tecnológico Simón Bolívar realizaron un evento especial en honor a la marcha. Este acto será una oportunidad para que la juventud ecuatoriana exprese su apoyo y comparta su visión de paz.
Días después, algunos integrantes de la Marcha hicieron una visita al Parque de Estudio y Reflexión Aloasí, ubicado al sur de Quito.
Reflexión Final
La participación de Ecuador en la 3.ª Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia demuestra que el cambio es posible cuando las comunidades se unen por un propósito común. Cada gesto, desde la reflexión hasta las acciones concretas, suma en la construcción de un mundo donde la paz y la solidaridad sean los pilares fundamentales.
¡Sigamos avanzando juntos hacia un futuro más justo, empático y libre de violencia!