Donald Trump, antes de asumir el cargo de presidente de Estados Unidos, se ha dedicado a seguir con el torrente de amenazas contra diversos países que comenzara durante su campaña, arremetiendo ahora contra México y Panamá. Trump anunció que desde el principio de su próximo mandato catalogará a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas, y también que analizará retomar el control del Canal de Panamá, en respuesta a las tarifas injustas e imprudentes que representan, según él, una completa estafa a Estados Unidos.

por Ricardo Carnevali y Aram Aharonian

La soberanía y la independencia de nuestro país no son negociables, reviró el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, a Trump, quien amenazó con reinstalar el control estadounidense sobre el Canal de Panamá, al alegar que el país istmeño cobrar tarifas excesivas por utilizar el paso, y criticó la influencia china en ese cruce. “Las tarifas que está cobrando Panamá son ridículas, especialmente conociendo la extraordinaria generosidad a esa nación por parte de Estados Unidos”, escribió Trump en Truth Social.

Mulino aseguró que cada metro cuadrado del canal de Panamá y su zona adyacente es y seguirá siendo de Panamá: la soberanía y la independencia de nuestro país no son negociables, dijo. Ya lo veremos, replicó Trump más tarde en sus redes sociales, y agregó una foto acompañada de la leyenda: Bienvenidos al canal de Estados Unidos.

“No fue otorgado para el beneficio de otros, sino simplemente como muestra de cooperación. Y si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de dar, entonces exigiremos que el canal nos sea devuelto en su totalidad y sin preguntas”, publicó Trump la noche de sábado.

La calificación como terroristas a los grupos delictivos daría al Ejecutivo manga ancha para ordenar operaciones especiales en otros territorios, en especial en México, por más que semejante abuso resulte contrario a la legalidad internacional.

La nominación del coronel retirado Ronald Douglas Johnson como futuro embajador en México, es un hecho duro, estratégico y fáctico que indica que en su relación con el gobierno de Claudia Sheinbaum priorizará la fuerza por sobre la diplomacia, señala el analista Carlos Fazio.

“Veterano plomero de la comunidad de inteligencia, Johnson es un superhalcón experto en las operaciones sicológicas encubiertas y la guerra irregular asimétrica, fogueado, además, como ex boina verde en El Salvador, Afganistán e Irak (tres notorios mataderos imperiales)”, añade.

Las amenazas de Trump se basan siempre en una falsedad (fake): además de quejarse de las cuotas altas de tránsito por el canal interoceánico, señaló una supuesta influencia de China en la administración del canal. Lo cierto es que China es el segundo usuario de esa conexión entre el Atlántico y el Pacífico y pareciera que la amenaza no solo se limita a Panamá sino que sobre todo implica poner trabas al comercio chino con América Latina.

Pero no son solo estos los anuncios de actos hostiles que ya ha formulado en contra de decenas de naciones, incluidas muchas que son los aliados políticos más cercanos de Washington, como las de Europa occidental, además de sus principales socios comerciales, entre ellos México, Canadá y China.

Pero de  cumplir todas sus amenazas, Trump solo lograría arrasar la economía de su propio país y destruir los mecanismos de control y proyección de poder que le han permitido ser la única superpotencia en el escenario internacional desde el derrumbe de la Unión Soviética, hace ya más de 30 años.

“Prepárense para la oligarquía”, advierte el senador socialista-democrático Bernie Sanders. Los más ricos están felices de que serán todavía más ricos, ya que uno de los primeros actos prometidos por los multimillonarios que ocuparán la Casa Blanca es reducir sus impuestos y las regulaciones ambientales y laborales de sus empresas.

“Esto ya no tiene que ver con democracia, esto tiene que ver con oligarquía”, advirtió Sanders. “Lo que estamos enfrentando es que la clase multimillonaria, dueña de tanto de nuestra economía, de tanto de nuestros medios, ahora se está moviendo agresivamente para adueñarse de nuestro sistema político también… Tenemos que frenarlos”, señaló.

Los analistas estadounidenses se preguntan hasta qué punto el discurso de Trump refleja un proyecto programático para operar una redefinición radical de las reglas comerciales planetarias –modeladas e impuestas al menos con el visto bueno de Estados Unidos– y del panorama geopolítico mundial, y si ese proyecto responde, más allá de los excesos y dislates, a un mínimo consenso en el grupo político y empresarial al que representa.

Se trata de separar la paja del trigo: saber si apenas es su habitual intimidación el interlocutor, un estilo muy peculiar de negociación que incorpora el chantaje y la bravuconería, saber qué es lo realmente realizable dentro de sus anuncios, sin que ello cause un mayor desbarajuste de economía estadounidense y la hegemonía de EE. UU. en el mundo.

Pero también se trata de saber hasta dónde está dispuesta a llegar la coalición de multimillonarios, con Elon Musk a la cabeza, que lanzó a Trump a su segunda presidencia, que comienza en poco más de tres semanas, el 20 de enero. Aún no cunde el pánico, pero sí la preocupación.

Trump señaló en la conferencia AmericaFest de Turning Point USA, en Phoenix, Arizona, que la idea de que ha cedido la presidencia a Musk es una ficción y que incluso si Musk quisiera el puesto, no podría conseguirlo debido al requisito constitucional de que el presidente sea ciudadano por nacimiento y Musk nació en Sudáfrica. Hace una semana Musk contribuyó a frenar una moción legislativa que podría poner en riesgo de cierre al gobierno.

¿Interesa Latinoamérica?

Trump anunció asimismo que nombrará como enviado especial a América Latina a Mauricio Claver-Carone, quien fue despedido en 2022 de un cargo de director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por un supuesto romance con una subordinada. Además, se descubrió que creó un ambiente hostil en la institución financiera interamericana. Claver-Carone, acérrimo crítico de Venezuela y Cuba, negó haber tenido una relación de pareja.

Trump expuso que Claver-Carone, de origen cubano, quien sirvió en su administración durante su primer mandato de 2017 a 2021, ayudaría a abordar los problemas de migración y contrabando de drogas. “Mauricio conoce la región, y cómo poner los intereses de Estados Unidos EN PRIMER LUGAR”, escribió Trump en Internet.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se solidarizó con el gobierno panameño ante la amenaza de Trump de tomar el canal. “Hasta las últimas consecuencias estaré al lado de Panamá y la defensa de su soberanía. Si el nuevo gobierno de EE. UU. quiere hablar de negocios, hablaremos de tú a tú en beneficio de nuestros pueblos, pero jamás se negociará la dignidad”.

“Trump se ha equivocado y contradicho. Si no quiere miríadas pasando por el Darién, incrementadas por millones, desde Panamá hasta México, entonces debe entender que ello dependerá de la prosperidad y libertad de nuestros pueblos”, publicó Petro en X.

Y agregó: Si le parece costoso pasar por el Canal de Panamá en manos de los panameños, mucho más costoso será hundir a esta nación, a Sudamérica, Centroamérica o a México en la pobreza. Si no nos quieren en EE. UU. (a los indocumentados), hay que volver prósperas a todas las Américas, con independencia, libertad y dignidad democrática.

Estados Unidos construyó el Canal de Panamá en los albores del siglo XX en un intento por facilitar el tránsito de buques comerciales y militares entre sus costas. Washington cedió el control del canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999, bajo un tratado firmado en 1977 durante el gobierno del presidente Jimmy Carter con el general Omar Torrijos, lo que coronó décadas de lucha del pueblo panameño.

La vía navegable, que permite el cruce de hasta 14 mil buques al año, representa 2.5 por ciento del comercio marítimo mundial y es fundamental para las importaciones estadounidenses de automóviles y bienes comerciales en buques procedentes de Asia, y para las exportaciones estadounidenses de materias primas, incluido el gas natural licuado.

No está claro cómo Trump trataría de recuperar el control sobre el Canal, pues no tendría ningún recurso legal de su lado si decidiera hacer una jugada por el paso, en virtud del derecho internacional. Pero parece que la legalidad no le interesa demasiado.

 

*Carnevali es doctorando en Comunicación Estratégica, Investigador del Observatorio en Comunicación y Democracia. Aharonian  es periodista y comunicólogo uruguayo, magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

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