En 1999 ONU declaró este día, el 25 de noviembre, como el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer en conmemoración del asesinato de las hermanas, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres mujeres dominicanas asesinadas este día en su país en 1960.
En este año, 2024, se cumplen 25 años de la conmemoración de este día y el tema es “Cada 10 minutos se asesina a una mujer. #NoHayExcusa.ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres” tiene como objetivo movilizar a todos los miembros de la sociedad ante una alarmante escalada de la violencia contra las mujeres, así como revitalizar los compromisos y exigir responsabilidad y medidas concretas a los responsables de la toma de decisiones.
Para el Humanismo Universalista, la violencia “es el más simple, frecuente y eficaz modo para mantenerse el poder y la supremacía, para imponer la propia voluntad a otros, para usurpar el poder, la propiedad y aun las vidas ajenas”. Cuando se habla de violencia generalmente se hace alusión a la violencia física, por ser ésta la expresión más evidente de la agresión corporal. Pero hay otras formas como la violencia económica, racial, religiosa, sexual, etc., en ocasiones pueden actuar ocultando su carácter y desembocando, en definitiva, en el avasallamiento de la intención y la libertad humanas. En el caso de la mujer, es transversal a todo tipo de violencia, en todos los aspectos de su vida recordándoles a cada minuto que son mujeres y, que el sistema patriarcal las ha puesto en una posición de desventaja, discriminación y de violencia sistemática.
El patriarcado es la relación directa de poder que practica el hombre sobre la mujer, con la finalidad de ejercer el control, uso, sumisión y opresión de las mujeres, haciéndose efectiva mediante la utilización de violencia en cualquiera de sus formas. Cosificándolas.
Los datos de la ONU señalan cual la situación actual, 736 millones de mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida. El riesgo es mayor entre las jóvenes: 1 de cada 4 adolescentes ha sufrido abusos de su pareja. En 2022, alrededor de 48.800 mujeres y niñas en todo el mundo fueron asesinadas por sus parejas íntimas u otros miembros de la familia. Entre el 16% y el 58% de las mujeres en todo el mundo experimentan violencia de género facilitada por la tecnología, sobre todo la generación Z y las milenials. El 70% de las mujeres en conflictos, guerras y crisis humanitarias experimentan violencia de género.
Además de la tradicional mutilación genital femenina, que ha aumentado un 15% respecto a los datos de hace ocho años, afecta a más de 230 millones de niñas y mujeres, está surgiendo una tendencia a los ataques con ácido en los que las mujeres son desfiguradas normalmente como venganza, mientras las leyes no logra detenerlos.
Por otro lado, no se puede dejar de lado la diferencia en la brecha salarial, el acoso laboral, la infravaloración en los trabajos. La permanente demostración que “la mujer vale” para cargos directivos, políticos, y muchos aspectos más.
Continuando con los informes de la ONU. Menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda. La legislación existente, a nivel mundial, tiene una protección jurídica limitada. Más del 60% de los países aún carecen de leyes sobre la violación basadas en el principio del consentimiento. Menos de la mitad de la población mundial de mujeres está protegida por leyes contra el acoso cibernético . En total, 139 países carecen de una legislación adecuada que prohíba el matrimonio infantil . La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo silenciada por un sistema que facilita la impunidad de los agresores, la estigmatización y la vergüenza de las víctima.
El actual momento social y político ha permitido que se progrese en la visibilización de la violencia de género, situación que ha sido posibilitada por las manifestaciones feministas, relevando su carácter transversal, sin embargo, la institucionalidad ha dejado en evidencia que es completamente incapaz de contestar a las demandas que el movimiento feminista ha levantado.
La no violencia activa, es la metodología de acción que las y los humanistas hemos decido utilizar. Ello significa impulsar acciones concretas para crear conciencia, denunciar, protestar, resistir, desobedecer y contrarrestar las distintas formas que toma la violencia, por lo tanto, sostenemos la necesidad de avanzar hacia la cultura de la no violencia, basada en la libertad personal, la solidaridad social, la sororidad, la equidad y la no tolerancia de la violencia.
Las y los humanistas proponemos que se ponga al ser humano en el centro de la construcción de nuestra sociedad, reconociendo las múltiples violencias vividas por las mujeres, disidencias sexuales, niñas, niños y todos los cuerpos feminizados. Se hace imperante la construcción de políticas públicas que les den a todas estas personas acceso igualitario a la justicia, educación sexual y afectiva, además de asegurar su bienestar como seres humanos.
En consecuencia, la Federación Internacional de los Partidos Humanistas hace un llamado a sostener y profundizar la visibilización y la denuncia de la violencia sistemática que viven las mujeres y a no rendirse jamás frente a ninguna forma en que se exprese esta violencia.
Equipo de Coordinación Internacional – Federación Internacional de Partidos Humanistas