En el Líbano, al menos cinco personas murieron y otras 31 resultaron heridas el lunes en un ataque israelí contra un barrio densamente poblado del centro de Beirut. El ataque aéreo destruyó un edificio de apartamentos cerca del Parlamento del Líbano y próximo a un edificio de las Naciones Unidas y de varias embajadas. Estas fueron las palabras expresadas por Hussein Zahwa, un hombre que sobrevivió al ataque y cuya familia había escapado de otros ataques israelíes anteriores en el sur del Líbano.

Hussein Zahwa: “En el momento de la explosión hubo muchos gritos. Escuché como mi pequeña hija, que tiene siete años, me gritaba ‘¡Papá! ¡papá! ¡papá!’. No podían respirar a causa del humo. No sé cómo es que pude subir. La puerta que abrí estaba en llamas. No sé cómo la abrí. Subí y los saqué de entre los escombros. Gracias a Dios pude salvarlos”.

Unicef advierte que más de 200 niños y niñas han muerto y más de 1.100 han resultado heridos en los últimos dos meses a causa de los ataques israelíes en el Líbano.

El portavoz de Unicef, James Elder, instó a los países a no permanecer callados ante lo que calificó como “la normalización del horror” en el Líbano.

Mientras tanto, un cohete disparado por Hizbulá desde el Líbano dejó heridos a al menos seis israelíes y desató un incendio en Tel Aviv el lunes por la noche.

En noticias del ámbito diplomático, el enviado especial de Estados Unidos a Medio Oriente, Amos Hochstein, afirmó que un alto el fuego entre Israel y el Líbano “está ahora a nuestro alcance”. Hochstein hizo este comentario luego de reunirse este martes en Beirut con el presidente del Parlamento del Líbano y con el primer ministro interino del país, Najib Mikati.

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