“Pensaba y sigo afirmando que el culto a la muerte y al sacrificio nada tienen que ver con el pensamiento y la praxis del MIR. Es en consciencia, difusa aún en esos tiempos, que me detuve en las vivencias de la cotidianidad de una vida clandestina, vigor y fervor, y en los múltiples gestos de resistencia frente a la máquina de matar. En el espacio tiempo de los lugares secretos de tortura, donde avanza la noche que no conoce alba, ni héroes ni traidores. El solo hecho de que algunas, algunos, hayamos podido sin lógica razonable sobrevivir, muestra que la maquinaria del poder absoluto era y será siempre imperfecta.

Miguel Enríquez no llevaba la muerte en sí mismo, todo en él era músculo, flexibilidad y sentidos, y podría enumerar una larga lista de proyectos, todos sensatos. La muerte provino de una voluntad extranjera a su cuerpo.

A cincuenta años de su combate por la vida vuelvo a mirar para vislumbrar en esta oscuridad esa luz incierta, titilante y a menudo débil que irradian algunas personas en sus vidas y sus obras.

La desesperación siempre contiene una pizca de esperanza. La loca esperanza de un encuentro entre el antaño y el ahora capaz de liberar algún bosquejo para nuestro futuro consciente. El reino del odio a la igualdad no es la última estación de la aventura humana. ¿Una hoguera en el desierto? ¿Por qué no? »

Carmen Castillo, agosto de 2024.

Extractos Prólogo de Carmen Castillo a Tercera Edición “Un día de octubre en Santiago”/Lom septiembre 2024

Les hacemos llegar esta sensible invitación a compartir con la autora.

Moderador: Faiz Mashini Parada

Martes, 29 de octubre
Teatro Comunitario Novedades
Cueto 257 | Barrio Yungay