Declaración de Caracas, 11 de septiembre de 2024

Transcribimos un extracto del Documento fundacional de la Internacional Antifascista. Hemos ambientado estás palabras, que suscribimos plenamente, con fotos del Foro de Davos y del la Comisión Europea, organizaciones que están detrás de muchas de estas políticas represivas, probelicistas e ingerencistas. Queremos poner así de manifiesto algunos de los actores que representan al neofascismo y dictadura global del siglo XXI.

Finalmente, encontrarán un video testimonial del analista Ariel Umpierrez, dedicando unas palabras al Congreso, desde una perspectiva latinomericana.

Movimientos sociales, feministas, juveniles y culturales, intelectuales y académicos, sindicatos y partidos políticos, personalidades, organizaciones indígenas, colectivos de derechos humanos, organizaciones de los pueblos del mundo, nos encontramos en Caracas, Venezuela, para celebrar el “Primer Congreso Mundial contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares”.

Conmemoramos en esta fecha al presidente Salvador Allende, a 51 años del golpe militar que truncó su gobierno revolucionario en Chile, un acontecimiento que no solo pretendió frenar el avance inminente de la revolución latinoamericana y caribeña, sino que evidenció la brutalidad con la que las fuerzas reaccionarias están dispuestas a sofocar cualquier proyecto emancipador.

La memoria de Allende nos llama hoy a organizarnos para derrotar a un enemigo común: el ciberfascismo. La nueva fase capitalista del siglo XXI ha hecho que el imperialismo ataque con nuevas formas de dominación, de forma multidimensional, como la guerra cognitiva y la colonización tecnológica, con el objetivo de fragmentar la conciencia, desarticular las luchas populares y perpetuar la explotación para conseguir el control social y apropiación de riquezas.

World Economic Forum/Valeriano Di Domenico

Reunión Anual del Foro Económico Mundial António Guterres, Secretario General, Naciones Unidas, en Davos-Klosters, Suiza, 17 de enero. Centro de Congresos – Sala de Congresos.

El Foro Económico Mundial involucra a líderes políticos, empresariales, académicos, de la sociedad civil y otros líderes de la sociedad para dar forma a las agendas globales, regionales e industriales.

 

Entendemos que el mundo atraviesa una crisis profunda, exacerbada por el avance de fuerzas reaccionarias, autoritarias, conservadoras y violentas, en un capitalismo que ha evolucionado hacia mecanismos más complejos de explotación. Estas nuevas formas, mediadas por la digitalización, representan una nueva fase del sistema, donde las élites globales, encarnadas por una nueva aristocracia financiera y tecnológica, que proletariza a las grandes mayorías y nos deja discutiendo salarios de pobreza, en vez de visibilizar y luchar por la enorme riqueza que se apropian. A través de este control digital, influyen despliegan una guerra cognitiva a gran escala.

La revolución tecnológica ha colonizado cada aspecto de nuestra vida, transformando de manera radical nuestra forma de ser, trabajar, consumir e interactuar, y alterando también nuestros mecanismos de participación política y construcción de poder. Esta penetración tecnológica ha trastocado nuestras relaciones, convirtiendo el ocio y el descanso en tiempo productivo a través de plataformas digitales. Bajo la apariencia de libertad y progreso, los dispositivos digitales nos han integrado en un ciclo productivo continuo, que se alimenta de nuestras interacciones diarias, incluso desde edades tempranas.

La juventud en particular, está sufriendo un ataque directo a su salud mental, reflejado en el aumento de las tasas de depresión, apatía, suicidio y adicciones, como resultado de la falta de oportunidades y de expectativas de futuro. El capitalismo digital y su maquinaria de propaganda apunta especialmente a ellos, intentando desvincularlos de sus identidades culturales y patrióticas, de los valores comunitarios y el cuidado de la vida. Al desarraigar a la juventud de estos pilares, buscan fragmentar el tejido social, despolitizar a las nuevas generaciones y alejarlas de las luchas colectivas, debilitando su capacidad de respuesta ante las injusticias del sistema.

Sostenemos que el neofascismo contemporáneo es aún más peligroso que el del siglo pasado, al haberse convertido en un proyecto con aspiraciones de hegemonía global que encarna una nueva aristocracia financiera y tecnológica. Con su carácter autoritario, totalitario y militarista, busca suprimir violentamente toda oposición, homogeneizar el pensamiento y atacar la diversidad política y cultural.

Este entramado de poder, liderado por Occidente, involucra a corporaciones representadas por figuras como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos; partidos políticos encabezados por referentes como Donald Trump y la red UPLA; empresas paramilitares privadas, lideradas por individuos como Erik Prince, con demostrados vínculos con la CIA y el Mossad; organizaciones sionistas; tanques de pensamiento como Atlas Network y el Centro Carter; y organismos multilaterales como la ONU y la OEA, cuyas alianzas militaristas están centralizadas en la OTAN.

La catástrofe humanitaria en Palestina ha despertado la conciencia y movilización de organizaciones populares, antifascistas y antiimperialistas en los cinco continentes. La presión global también ha emanado de organismos multilaterales, como la Corte Internacional de Justicia, mientras que en el interior de Israel, las protestas ciudadanas exigiendo un alto al fuego y paz han ido en aumento. Día tras día, el pueblo palestino resiste, sostenido por lazos de solidaridad internacional frente al régimen fascista que busca aplastar su dignidad y borrar su existencia.

fotospublicas.com

La Comisión Europea garantiza que las políticas y leyes de la UE se apliquen «correctamente» en todos los Estados miembros, negocia acuerdos internacionales en nombre de la UE y asigna fondos.

La intervención imperialista de la OTAN en Ucrania, ha convertido al país en un campo de batalla geopolítico. Volodímir Zelenski ha emergido como un peón del imperialismo, que, bajo una fachada democrática, ha implementado políticas represivas y autoritarias en apoyo a una agenda neofascista.

Lejos de defender la soberanía ucraniana, Zelenski ha facilitado la militarización del país, persiguiendo a opositores y consolidando alianzas con sectores ultranacionalistas y neonazis.

Con esto, la OTAN ha expandido su influencia, promoviendo la desestabilización en Europa y buscando el debilitamiento de Rusia como parte de una estrategia multipolar.

World Economic Forum / Boris Baldinger.

Klaus Schwab, fundador y Presidente Ejecutivo, Foro Económico Mundial, que es el espacio donde se precocina la Agenda 2030 y las políticas de cancelación de la UE.

No concebimos al fascismo como una simple opción política, sino como una visión que niega la vida misma. Interpretamos el presente como un punto de no retorno, donde lo que está en juego es la vida o la muerte. Si no proponemos y defendemos un modelo que proteja la vida, solo existen dos opciones posibles: o las futuras generaciones nos condenarán por no haber hecho lo suficiente, o simplemente no habrá Humanidad.

Entendemos que una alternativa social mundial es posible, asumimos que la emergencia de China como polo de poder alternativo y su apoyo a la emergencia de un multipolarismo relativo expresado en los BRICS+ se asoma como posibilidad tangible para construir alianzas estratégicas que habiliten la construcción de un mundo mejor.

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Nos proponemos conformar una Internacional Antifascista (IA) que no solo resista y frene la expansión de la dominación imperialista y neofascista sobre los pueblos, sino que también impulse la creación de un frente común en defensa de la soberanía popular, la justicia social, la autodeterminación y la causas justas, pase a la ofensiva política por un nuevo mundo.

Esta Internacional fortalecerá las luchas emancipadoras, promoviendo el intercambio de conocimientos, estrategias y recursos para enfrentar colectivamente las agresiones imperiales, y abrirá el camino hacia una alternativa social global basada en la cooperación, la equidad y la solidaridad.

El internacionalismo en defensa de la vida humana y del planeta, no puede desvincularse de la lucha por la paz, la justicia social y los derechos humanos. En este sentido, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha antifascista, anticapitalista, anticolonialista, antipatriarcal y antiimperialista, basándonos en los principios del Socialismo del Siglo XXI, que se erigen como pilares para la construcción de un nuevo orden mundial.

Esta Internacional Antifascista, con sede en Caracas, construirá una plataforma organizativa de alcance global, para asumir los desafíos de este tiempo y histórico y dar respuestas contundentes que sean capaces de construir las victorias necesarias para poder vivir de una vez en paz y armonía.

El fascismo nunca se fue de América Latina.

@GeopoliticaArielUmpierrez

El artículo original se puede leer aquí