La muestra “Tramas de Persistencias: Ficcionalización Política y Realidades Fragmentadas en la Contemporaneidad”, que se inauguró el pasado martes 1 de octubre en la sede del Parque Forestal del Museo de Arte Contemporáneo, es un desafío y una oportunidad para los activismos sociales de base, más todavía a 5 años del Estallido Social chileno de octubre de 2019, en momentos en que se quiere criminalizar todo tipo de protesta y los medios de comunicación de masas se esfuerzan por promover su olvido.
La exposición estará abierta hasta el 17 de noviembre.
Como Samuel Toro, el curador de la muestra, plantea en un artículo de opinión publicado en El Mostrador:
«En un momento donde las políticas neoliberales intentan desactivar cualquier forma de resistencia colectiva, la participación de estas organizaciones en un museo como el MAC puede leerse como un gesto de persistencia y supervivencia.
Las luchas que presentan estas organizaciones no buscan ser estetizadas; buscan ser vistas, escuchadas y reconocidas en su dimensión política real. Es aquí donde la exposición podría lograr su mayor acierto, permitiendo que las luchas políticas emerjan en un espacio que tradicionalmente ha sido ajeno a ellas, sin forzar su entrada en la lógica del arte contemporáneo.»
En este contexto, conversamos con las propias organizaciones sociales invitadas a exponer: el Movimiento por el Agua y el Territorio (MAT), el Movimiento Internacional de Trabajadores (MIT), Disidencias en Lucha y el Movimiento de Salud en Resistencia (MSR). Todos menos el MAT se centraron en el estallido mismo y la persistencia de sus demandas no satisfechas por el poder.
Como Pressenza colaboramos con algunas fotos del libro «Muros que Hablan», en el contexto de la exposición del MSR, además de participar en la selección y parte del montaje. El libro está expuesto junto con otras publicaciones originadas por el estallido. Además nos encargamos de consensuar el comunicado de prensa de las organizaciones participantes, leído por representantes de cada una en el frontis del Museo. La lectura se puede ver aquí.
A modo de reportaje, les hicimos llegar dos preguntas:
¿Cómo evalúan que el MAC esté abriendo un espacio para mostrar el trabajo de las organizaciones sociales?
MAT:
«La lucha socioambiental, así como otras, tiene una historia que parte mucho antes del estallido social. Por eso es importante presentar la exposición en un espacio como el museo MAC, para visibilizar nuestras demandas históricas en lugares a los que, en estos tiempos de invisibilización de las luchas, no solemos tener acceso las organizaciones sociales y populares. Valoramos la invitación del MAC que facilita dialogar también con un público diverso que puede identificarse con alguna de las causas de la muestra, o tomar mayor conciencia de las realidades que se viven en diferentes comunas y regiones de Chile.»
MIT:
«Para nosotros es una experiencia positiva porque permite, en un espacio más institucionalizado, irrumpir con el discurso político revolucionario. Somos parte de la clase trabajadora, a quien se le margina no sólo del discurso político sino también de la cultura oficial y eso también posee una estética. Vivimos en una época donde el mundo de las artes además de estar ajeno a la clase trabajadora, presenta como mérito toda expresión artística desprovista de contenido ideológico y por el contrario, la representación de la realidad no separada de la acción artística es juzgada de panfletaria; sin embargo, ese vacío es sólo en apariencia porque debemos preguntarnos al servicio de quién está ese discurso cuando las grandes trasnacionales, los grupos económicos o los fondos destinados a las artes de los distintos gobiernos son los financistas. En los hechos es una coerción política destinada a suavizar el discurso artístico que sirve a los mismos que hoy mantienen el poder político, económico y militar.»
Disidencias en Lucha:
«Es un hito importante, sobre todo para nosotres como parte de la comunidad LGBTQIANB+, que, desde lo anti-institucional, nunca ha tenido espacio en el museo. Este tipo de exposiciones y trabajos deberían haberse dado hace harto tiempo, y que no haya sucedido demuestra el proceso de disminución de fuerzas de movilización de organizaciones.
También da cuenta de una deuda histórica de las instituciones públicas y privadas del país y la región de abrir y habilitar sus espacios a las diversidades y a la sociedad civil, y de hacer de la inclusión un tema transversal en vez de sólo una forma de cumplir con cuotas para dar una imagen de responsabilidad social e integración. Debemos considerar, además, que históricamente a muches se les ha cerrado las puertas de esta institución.
Si bien puede considerarse una paradoja presentarse en un museo tradicional, estatal y que desestima a las diversidades que no se presentan dentro del canon artístico, para nosotres como Disidencias En Lucha, estar en este espacio es un logro, ya que estamos permeando nuestro discurso político más allá de nuestras fronteras usuales. Y de paso provocamos desagrado al conservadurismo museográfico y estético. Lo que significa que parte del objetivo de nuestra organización, de llevar una postura crítica disidente y desde las izquierdas a más personas que quizá no conocían estas experiencias y demandas populares, se está cumpliendo.
La apertura del espacio del MAC para la presentación de organizaciones, permite usar su plataforma y posición de prestigio no solo para conmemorar la lucha actual. Pone en evidencia y plasma el trabajo que se realiza en diferentes movimientos y corrientes, logrando empapar al colectivo más cercano al arte con consignas y luchas populares aún vigentes.
Es bueno tener iniciativas que permitan conocer otras realidades y demandas sociales aún vigentes; y es positivo, también, que el Museo de Arte Contemporáneo de Chile y otras instituciones pongan sus recursos a disposición de las comunidades locales que lo necesitan, moviéndose del paisaje que acostumbran. Nos gustaría ver cómo la participación de estas organizaciones impacta en las formas de trabajo del MAC y en la gente que vea y participe de la exposición.»
MSR: «Como Movimiento de Salud en Resistencia exigimos justicia, y denunciamos la impunidad y el manto de silencio que compañeras y compañeros asesinados, mutilados, heridos, presos y judicializados han debido padecer de parte de este gobierno y sus aparatos políticos, policiales, judiciales y de propaganda. Rechazamos la persecución al pueblo Mapuche y a quienes luchan por las mismas causas que hace cinco años hicieron alzarse a un país entero.»
¿A cinco años del Estallido, cómo proyectan la construcción de un Chile más justo y menos desigual, teniendo en cuenta la manipulación mediática y el que ninguna de las demandas del estallido ha sido resuelta?
MAT:
«La organización territorial sigue siendo de suma importancia para construir pensamiento crítico y colectivo frente a los problemas estructurales del país. De igual forma es elemental que desde las organizaciones y movimientos sociales continuemos alzando nuestra voz ante las injusticias que se profundizan con la complicidad de un amplio espectro de partidos y sectores políticos que cuentan además con el apoyo de medios tradicionales y otros al servicio de la agenda pública del gobierno de turno. Un ejemplo de lo anterior es la criminalización del estallido social, que ha venido tomando más fuerza en post pandemia, utilizando dudosas encuestas, y publicaciones en medios para intentar cambiar la percepción mayoritaria sobre la revuelta popular.»
MIT:
«Primero debemos aclarar que nosotros no buscamos un Chile más justo y menos desigual en los marcos de una sociedad capitalista, pues todas las experiencias que han tratado de mostrar un capitalismo más humano, han sido un fracaso. Nosotros buscamos un cambio profundo y revolucionario, que rompa con la lógica de acumulación del capital y que acabe con toda forma de opresión y de explotación. Muchas veces nos preguntamos por qué Chile no cambia, por qué aquellas demandas planteadas en Octubre no están resueltas, por qué mientras más aumenta la riqueza de las diez familias que a su vez controlan el Estado y las Fuerzas Armadas, van creciendo bolsones de pobreza extrema.
El Chile actual con corrupción en todos sus niveles y todas las instituciones, la falta de derechos sociales, el encarecimiento del costo de la vida, los altos niveles de explotación, no van a cambiar dependiendo del turno de la derecha, la ex concertación o el Frente Amplio con el partido Comunista a su lado como alternativas de gobierno. Nosotros creemos que sólo la fuerza de la clase trabajadora organizada, con un programa independiente, podrá llevar adelante las demandas históricas para una transformación social que busque destruir el régimen social actual, tome el poder en sus manos y funde una nueva sociedad que acabe con toda forma de opresión y explotación, una verdadera sociedad socialista.»
Disidencias en Lucha:
«Uniendo fuerzas, dejando los egos de lado por parte de la izquierda y tratando de derrocar el sistema capitalista neoliberal fascista que reprime e impone normas a la clase trabajadora. Se debe empezar hablando de la Justicia e Igualdad como objetivos concretos y como prácticas que llevamos y exigimos en todos los espacios en los que nos desenvolvemos, desde lo público hasta lo privado, y no hablar de estos conceptos como ideales graduales que eventualmente llegarían por sí solos como resultados del llamado Progreso. Estas son sutilezas discursivas que ponen de manifiesto la forma en la que los discursos políticos llegan a los medios de comunicación y la forma en que la gente que consume este contenido habla y entiende su realidad. Distinto es presentar una noticia diciendo que se ha logrado “más justicia o igualdad” en alguna temática, a evidenciar que sólo en un contexto particular y recién hoy se pueden ver algunas prácticas que permiten cierto grado de justicia o igualdad para un grupo determinado de personas, cuando aún muchas quedan fuera.
Es difícil proyectar un mejor Chile mientras los medios de comunicación y el poder económico pertenezcan a la oligarquía chilena, ese 1% que decide qué hacer y qué no, que decide qué agenda instalar. Para hacerle frente a esto, la toma de conciencia es clave; puede tardar mucho, pero es fundamental prepararnos a la posibilidad de otro estallido, con el objetivo de que sea mejor conducido y tenga tintes más revolucionarios. Porque mientras no caiga esa oligarquía ultraconservadora, no hay cambios al sistema posibles.
Mientras, hacer activismo donde sea que une esté, es una forma de resistencia y una pequeña contribución a que algo vaya cambiando. Como disidencias, debemos hacerlo por nosotres y nuestra comunidad, que sufre precariedades ignoradas por la masa y es vulnerada deliberadamente por este cis-tema. De ahí que nuestra postura sea tan firme en torno a tener espacios críticos de discusión y diálogo de nuestras experiencias y demandas como sociedad, y la necesidad de organizarnos frente a discursos hegemónicos que ocultan las realidades de grupos humanos sistemáticamente silenciados.
La exposición en el MAC de nuestra organización, Disidencias en Lucha, apunta directamente a poner en evidencia el trabajo colectivo disidente e incomodar desde las diversidad de corporalidades e identidades que vivimos y resistimos. Sostenemos que, a cinco años del estallido, las demandas son las mismas y más, porque el cambio social fue cooptado por la institucionalidad y sus vías burocráticas. Levantamos y reivindicamos una alternativa de resistencia, aquella que se toma los espacios para protestar y denunciar públicamente los ataques de odio, para exigir el derecho de la comunidad LGBTQIANB+ a una vida digna. Nos disponemos a levantar organización, porque el estallido nos demostró que juntes y unides somos mucho más fuertes. Pese a que actualmente se criminaliza la organización y protestas populares, sostenemos que es precisamente en estos espacios en donde se encuentran compañeres, familia y apañe para crecer juntes en la lucha.»
Para cerrar, compartimos las palabras de Soledad Chávez, académica y colaboradora del MSR, el día de la inauguración:
«Se inaugura hoy una muestra que conmemora los cinco años del estallido social, el hecho histórico más importante de estas últimas décadas, un despertar tremendamente significativo, y la idea es marginalizar y anular la criminalización y celebrar lo que implicó: una revuelta, una furia del pueblo por una serie de injusticias e inequidades que se han dado y que se siguen dando en este país.»