Si en los últimos tiempos algo mantiene en vilo a los amantes del pueblo de los faraoneses el Gran Museo Egipcio (GEM), un complejo cultural que —sin anunciar aún su apertura oficial— va develando poco a poco maravillas de la antigua civilización de este país y promete al público un viaje novedoso.
Ubicado a solo dos kilómetros de la Necrópolis de Giza, el sitio patrimonial cariota será hogar de la colección arqueológica más grande del mundo, con más de 100 mil piezas, de las cuales 25 mil no han sido expuestas nunca antes.
Con 600 metros de longitud, su fachada principal dibuja una geometría triangulada en alabastro, de estilo minimalista, que alude directamente a sus vecinas, las pirámides, y nos recuerda su estrecha conexión con el ancestral yacimiento.
El recinto ocupa unos 480 mil metros cuadrados, que albergarán una experiencia cultural única al exhibir la diversidad de monumentos, arte e historia de Egipto.
Los visitantes podrán disfrutar de un recorrido exhaustivo a través del legendario pasado egipcio, que abarcará desde los primeros asentamientos humanos a orillas del Nilo hasta las conquistas persas, griegas y romanas.
Asimismo, tendrán el privilegio de admirar, entre otras grandezas, la barca funeraria del faraón Keops y las cerca de seis mil piezas del tesoro de Tutankamón, reunidas por primera vez en un mismo lugar y algunas jamás exhibidas.
Área central de la instalación resulta el atrio, espacio que ofrece una vista del Antiguo Egipto y donde destaca una escultura monumental del faraón Ramsés II.
La estatua, que data de hace tres mil 200 años, mide 11 metros de altura, lo que requirió que el museo se construyera a su alrededor después del temprano montaje.
Además de las áreas expositivas, el GEM cuenta con un centro de conservación y restauración, zonas de ocio y amplios jardines inspirados en la época faraónica.
Aunque su inauguración ha sido pospuesta en diversas ocasiones por crisis sociales en el país o coyunturas internacionales, el museo abrió en 2023 algunas áreas como los jardines y la comercial.
El público también tiene acceso al obelisco colgante, el Salón de Vidrio, la gran escalera del recinto y el atrio, donde, además de la estatua de Ramsés II,se puede admirar la Columna de la Victoria de Merneptah y el Canon de Saqqara (una lista en piedra que incluía los nombres de 58 faraones, aunque solo se conservan 47).
El resto del complejo, incluidas las galerías principales, las dos salas dedicadas a los tesoros de Tutankamón y la sala de exposiciones inmersivas, permanece cerrado.
Además de ser el mayor museo arqueológico del mundo, en el GEM se aplicará por primera vez la llamada tecnología expositiva de última generación, con la cual buscan vincular la antigua cultura egipcia con la museografía actual sin perder su identidad, esa que convierte el vívido viaje por sus salones en una experiencia única e inolvidable
(Tomado de 4ta Pared, suplemento cultural de Orbe)