NUEVA YORK, Sep 26 (FILAC) – El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) instó a los Estados a que amplíen significativamente los espacios de participación de los Pueblos Indígenas en todas las esferas globales.

Durante el evento paralelo titulado «Ampliando la voz de los Pueblos Indígenas en la agenda global para fortalecer las democracias interculturales», llevado a cabo en el contexto del 79° Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se enfatizó la importancia de incluir las voces de los Pueblos Indígenas en todas las decisiones que afectan sus derechos.

En este espacio, se discutieron los mecanismos que los Estados pueden implementar para asegurar la participación de los Pueblos Indígenas en los procesos de toma de decisiones en foros internacionales y multilaterales. Para FILAC es esencial que sus voces sean consideradas para llegar a acuerdos y políticas pertinentes desde una perspectiva inclusiva e intercultural.

El mundo se encuentra ante desafíos sin precedentes, como la crisis climática, la rápida pérdida de biodiversidad y las profundas desigualdades globales. A pesar de estas adversidades, los Pueblos Indígenas presentan un camino fundamental hacia la sostenibilidad a través de sus conocimientos ancestrales, su estrecho vínculo con la naturaleza y su compromiso inquebrantable con la protección de la Madre Tierra.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL, Abya Yala tiene una población de 660,269,100, de estos, 58,180,000 pertenecen a Pueblos Indígenas, representando el 9.8% de la población total de la región.

A pesar de los avances regulatorios, es importante reconocer que los Pueblos Indígenas siguen enfrentando importantes barreras en los foros multilaterales. La realidad es que su participación plena aún es limitada debido a diversos obstáculos, incluyendo el acceso restringido a información, las restricciones impuestas por ciertos países, la falta de recursos, las barreras idiomáticas y otros procedimientos que conducen a su exclusión.

En Abya Yala cohabitan 826 Pueblos Indígenas. De acuerdo con la ONU, se hablan 420 lenguas indígenas, de estas el 40% se encuentra en peligro de extinción.

Estas barreras no solo obstaculizan su capacidad para influir en la política global, sino que también privan al mundo de las soluciones que su conocimiento y experiencia podrían aportar a los desafíos que enfrentamos. Es imperativo superar estas dificultades y asegurar una participación efectiva de los pueblos indígenas en el escenario internacional para lograr un futuro más justo y sostenible para todos.

“Estamos aquí para explorar cómo podemos ampliar la participación de los Pueblos Indígenas en la agenda multilateral para fortalecer las democracias interculturales y fortalecer su voz en la toma de decisiones global, no sólo como actores observadores, sino como socios y aliados esenciales en la construcción de políticas públicas relevantes”, expreso Sônia Guajajara, presidenta de FILAC y ministra de Pueblos Indígenas de Brasil.

 

Guardianes de la biodiversidad 

Es reconocido por organismos como el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas, así como por agencias como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y organizaciones financieras internacionales como el Banco Mundial, que los Pueblos Indígenas representan solamente el 5% de la población mundial, protegen el 80% de la biodiversidad biológica del planeta en sus territorios.

“Está claro que nuestros conocimientos y prácticas ancestrales ofrecen enfoques innovadores para la conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, a pesar de estos aportes, nuestra voz es tomada en cuenta en los procesos internacionales. Si realmente queremos abordar la crisis ambiental y climática, debemos asegurarnos de que los pueblos indígenas sean una parte integral de la solución”, expreso Guajajara.

FILAC trabaja para expandir los espacios de participación de los Pueblos Indígenas en los debates a nivel global, garantizando la incorporación de sus valiosas contribuciones en la adopción de acuerdos internacionales. Además, impulsamos el fortalecimiento de las capacidades de los representantes indígenas para que puedan ejercer una influencia efectiva en la creación de políticas públicas inclusivas y específicas.

“No se puede seguir negociando el cambio climático sin nuestra participación, nuestra participación marginal. La madre tierra está dando todas las señales, se está destruyendo y los Pueblos Indignas tenemos conocimiento que puede ayudar a detener o contribuir a detener esa catástrofe”, señaló Myrna Cunningham, vicepresidenta de FILAC.

 

Mayor participación de los Pueblos Indígenas en la COP30

El Brasil fue designado como la sede de la 30ª Conferencia de las Partes (COP 30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la cual tendrá lugar del 10 al 21 de noviembre de 2025.

“En la COP del Clima hay una Plataforma de Pueblos Indígenas y comunidades locales, pero hemos notado que las negociaciones formales tienen poca incorporación del conocimiento indígena. Estamos trabajando para mejorar esto y buscar acreditación específica para los pueblos indígenas en las COP. Queremos tener la mejor y mayor participación indígena en la historia de las negociaciones”, dijo Guajajara.

Según los datos recopilados, el 45% de los bosques intactos en la cuenca amazónica se encuentran en territorios de Pueblos Indígenas. Sin embargo, a lo largo de los años 2000 a 2016, ha habido una disminución del 4,9% en estas áreas indígenas, mientras que en las áreas no indígenas se ha reducido en un 11,2%.

Esta disminución es alarmante ya que los Pueblos Indígenas juegan un papel crucial en la protección del ecosistema, la biodiversidad y la vida en el planeta. A pesar de esto, su participación en las negociaciones sobre el cambio climático no ha sido plena. Es esencial que se les otorgue un papel activo y decisivo en estas discusiones para garantizar una protección adecuada del medio ambiente.

“Es hora de garantizar derechos, porque sin justicia climática, sin una transición efectivamente justa, no podremos afrontar todos los cambios, incluidas sequías, inundaciones, quemas de biomas y aumentos del nivel que están por venir”, concluyó Guajajara.