Por Sol Pozzi-Escot

La cineasta española de ascendencia peruana Jaione Camborda ganó la Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de San Sebastián 2023 con su filme “O Corno”.

-¿Cómo se sintió al ganar este importante premio?

-Para mí fue muy emotivo porque, por un lado, era un reconocimiento a mi trabajo muy impresionante y por otro lado porque fue en mi ciudad natal, en un festival donde yo descubrí el cine, cuando era una adolescente y era muy simbólico para mí. Estaban ahí mis padres, un montón de gente de mi infancia. Fue doblemente emotivo: a nivel profesional y a nivel personal.

-¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

-El proceso duró unos 4 años. El punto de partida fue esa necesidad mía de explorar lo que es la capacidad de dar vida de la mujer, esa capacidad de dar vida y de no darla. Me tomó un tiempo dialogar con todo esto: yo tenía muchas preguntas al respecto e intenté compartir esas preguntas, incertidumbres, cuestiones, con el espectador y por el camino me di cuenta que quería trasladar la idea del aborto y la necesidad de decidir sobre nuestro cuerpo.

-¿Cómo podrías explicarnos el título de la película?

-O corno es una manera de tantas que adquiere el nombre de un hongo que se usó mucho en Galicia, donde sucede la película, porque servía para ayudar en partos, acelerándolo, pero también en ocasiones, de manera clandestina, para provocar el aborto. Este hongo juega un papel importante en la película.

-La película cuenta la historia de María, que después de realizar un aborto a una chica, esta muere y María debe huir. Desde ahí se puede vislumbrar ciertos conflictos de orden moral, dentro del personaje: el hecho de huir, de haber practicado algo que es ilegal. ¿Como guionista y directora, cómo abordas un personaje con esos conflictos internos, esos matices tan profundos?

-Para mí era importante mostrar esa opresión en relación a la mujer y sus decisiones. En la historia, en la película, todavía con el franquismo en España, con esa dictadura, con una opresión patriarcal sobre la mujer y eso no lo muestro de manera explícita, pero sí de manera atmosférica, a través de la atmósfera más opresiva, esa noche, esa clandestinidad o de ese silencio, situación que finalmente hace de María una falsa culpable. Me interesaba eso y cómo el personaje tiene que lidiar con esa emoción tan compleja.

-La actriz principal Janet Novás ganó el premio a Mejor Actriz Revelación en los Premios Goya. ¿Cómo la encontraste, cómo fuiste trabajando con ella para construir el personaje?

-Janet no es actriz profesional, este fue su debut. Ella venía de la danza contemporánea y yo ya conocía su trabajo y tenía una presencia muy fuerte, un trabajo con lo instintivo y con el habitar desde el cuerpo los sentimientos que me interesaba mucho. La invité al casting y pude comprobar que tenía un talento muy fuerte y pese a que asumimos un riesgo ambas, encontramos el camino hacia el personaje y esa encarnación tan física de María.

-El personaje, cuando se encuentra en este problema huye hacia Portugal. ¿Cuáles serían los lazos culturales que unen a España y Portugal que una película como esta puede poner en valor?

-Son lugares hermanos, en el pasado estuvieron unidos. La película plantea eliminar las fronteras en el sentido más político y simbólico, en el sentido también de que todos somos uno y todo está más unido de lo que pretenden las fronteras.

-El tema de la vida es muy importante para la narrativa de la película y se puede entender bajo diferentes luces. ¿Qué sentido se le da a ese abanico de lecturas que se le puede dar a la vida en la película?

-Cuando estoy trabajando en las películas, siempre pienso mucho en la libertad del espectador, darle mucho espacio en mi película y que pueda dialogar con lo que yo propongo. Para ello, no solo utilizo herramientas cinematográficas, sino también es una cuestión de la ambigüedad de lo que propongo, el espacio que le doy al imaginario del espectador, a la evocación. Es muy importante un espectador activo, que cuestione y dialogue con lo que está viendo.

-¿Qué relación te une con el Perú?

-Mi papá es peruano y yo también, voluntariamente, junto con mis hermanos decidimos sacarnos la doble nacionalidad, así que yo también soy peruana. El Perú es un lugar que conozco muchísimo ya que mi padre se ha esforzado, toda su vida, para que podamos ir las máximas veces posibles y estar cerca de nuestra familia y de la cultura.

-¿Hay algo que haya llamado tu atención en el Perú como para eventualmente desarrollar una película aquí?

-Nunca se sabe. Mi madre es catalana, mi papá es peruano, yo soy vasca, afincada en Galicia. Hay una cantidad de culturas en mí y de asuntos que seguro que en algún momento me llevan a otras latitudes. Me gusta empezar los proyectos sin saber adónde me van a llevar y estoy muy abierta a que me lleven a los lugares que necesite que me lleven. Así que, quién sabe, no cierro para nada las puertas a que algún día pueda hacer algo con Perú.

-¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

-A raíz de la Concha de Oro, ha venido una explosión de actividad en mi vida, se ha acelerado todo y recién estoy consiguiendo bajar ese ritmo para poder concentrarme en mis próximos proyectos, con mucha ilusión.