“La paz está amenazada” afirmó el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, durante la ceremonia anual frente a la Campana de la Paz, evidenciando el avance de la guerra en diversas partes del mundo, lo que viene fracturando la unidad geopolítica mundial.

“Desde Medio Oriente hasta Sudán, Ucrania y más allá, vemos balas y bombas, mutilar y matar; cadáveres amontonados, poblaciones traumatizadas y edificios reducidos a escombros” dijo Guterres.

El secretario de la ONU destacó aspectos que contribuyen a esta situación, como la desinformación que está avivando las llamas del odio, el uso de las nuevas tecnologías como armas sin ningún tipo de protección; asimismo, la crisis climática que alimenta la inestabilidad y el agotamiento de los recursos que generan las migraciones forzadas.

Oportunidad de cambio

Guterres destacó que existe una oportunidad de cambio: la Cumbre del Futuro, que se celebrará la próxima semana en la sede de la ONU y que se convierte en el foro para iniciar un proceso de reforma y revitalización de las instituciones internacionales que respondan a estos desafíos.

“Dicho objetivo se puede alcanzar promoviendo una Nueva Agenda para la Paz y reimpulsando los Objetivos de Desarrollo Sustentable. En resumen, debemos cultivar una cultura de paz” puntualizó.

En esa agenda, “los devotos de la paz y la justicia debemos unirnos, hoy y todos los días, a través de la Cumbre del Futuro y más allá (…) Que suene en todo el mundo” concluyó Guterres antes de hacer sonar la campana.

“Debemos reconectar con nuestra humanidad común”

Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, durante la 57ª sesión del Consejo de Derechos Humanos señaló que “nos encontramos en una encrucijada, podemos seguir por el camino actual: una ‘nueva normalidad’ traicionera, y caminar sonámbulos hacia un futuro distópico, o podemos despertar y cambiar las cosas para mejor, para la humanidad y el planeta”.

El Alto Comisionado instó a la comunidad internacional a rechazar una “nueva normalidad” que defiende estructuras de poder radicadas a costas de nuestra humanidad común, esta “no puede ser una escalada militar interminable y despiadada, ni de métodos de guerra, control y represión cada vez más horribles y tecnológicamente avanzados”.

“Este no puede ser el mundo que queremos, podemos y debemos hacer una elección diferente, reconectando con nuestra humanidad común, la naturaleza y el planeta” señaló Volker Türk, añadiendo que los derechos humanos y el derecho humanitario internacional “son nuestro pilar contra el poder desenfrenado”.