Con el consenso de 35 organizaciones de la sociedad civil de todo el país y autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, finalizó el proceso de confección del anteproyecto de modificación de la Ley Nacional de Sida 23.798, a 25 años de su sanción. El avance forma parte del compromiso de modificación de dicha norma asumido por la cartera sanitaria.
Durante el Encuentro Nacional de Debate por la Reforma de la Ley de VIH, Hepatitis Virales e ITS, que se celebró como parte de las acciones por el Día Mundial del Sida, el secretario de Promoción y Programas Sanitarios, Federico Kaski, destacó que “este anteproyecto es un gran avance en el reconocimiento de derechos para las personas que viven con VIH y estamos muy orgullosos de haber sido parte de este trabajo entre el Ministerio de Salud y los distintos sectores de la sociedad civil involucrados”.
El anteproyecto, que refleja el trabajo de más de un año del área de Derechos Humanos y Sociedad Civil de la dirección el de Sida y ETS, a cargo de Carlos Falistocco, también incluyó un proceso de consulta a nivel nacional entre las sociedades científicas, agencias internacionales, programas jurisdiccionales de VIH, organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la temática, además de redes de personas con VIH.
Entre las modificaciones más importantes se destacan la incorporación de las Hepatitis Virales y las ITS a todo el texto de la norma, y la ampliación de derechos sociales en lo referente al acceso a la salud desde el enfoque de derechos humanos, incorporando la obligación de implementar políticas públicas activas en la materia. Además de declarar de de interés nacional de los tratamientos, su sustentabilidad y la defensa de la soberanía sanitaria.
También se estableció que el proyecto cree la Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales e ITS, que asesorará a la Dirección de Sida ITS, la cual estará integrada por las agencias gubernamentales, las sociedades científicas, las organizaciones con trabajo en VIH, y las redes de personas con VIH, aunque garantizando la voz mayoritaria de las PVS, es decir con un 50 por ciento de composición de personas que viven con el virus.