Los pueblos indígenas de Formosa levantan el acampe en Buenos Aires. El próximo secretario de Derechos Humanos se comprometió a un plan de trabajo y que serán recibidos en Casa de Gobierno. Entre la confianza y el escepticismo.
Luego de diez meses de acampe indígena en Buenos Aires, y ninguna solución del gobierno nacional, el acampe de la organización Qopiwini (Qom, Pilagá, Wichí y Nivaclé) vuelve a Formosa. Así lo anunciaron ayer los voceros de los pueblos originarios, en una conferencia de prensa de la que participó el futuro secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. Félix Díaz, autoridad qom de la comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera) explicó que ellos aún creen en la palabra de las personas, pero también afirmó que podrían volver a acampar. Amanda Asijak (esposa de Díaz) y Nora Cortiñas explicitaron su desconfianza y que querían mantener el acampe. Avruj ratificó que Mauricio Macri los recibirá antes del fin de año, que trabajará en soluciones concretas (territoriales, salud, educación, identidad) y anunció el pase del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
Avenida de Mayo y 9 de Julio. Plazoleta del Quijote. El pasacalles blanco resume: “523 años resistiendo. Despojos territoriales, masacres y persecuciones”. En febrero pasado se reinstaló el acampe de la comunidad qom La Primavera, en reclamo de territorio, salud, educación, obras inconsultas por parte de la Provincia y por justicia por Roberto López (asesinado en la represión de noviembre de 2010). A los pocos días se sumaron más de treinta comunidades (de la flamante organización Qopiwini, de Formosa).
Pidieron ser recibidos por la Presidenta. Protagonizaron dos marchas históricas (a los tres poderes del Estado -Corte Suprema, Congreso y Casa Rosada- y otra desde Retiro al acampe). La Presidenta nunca los recibió. Sí tuvieron media decena de reuniones con Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos, que fueron del diálogo a las promesas incumplidas, y luego al maltrato
A inicios de noviembre, en plena campaña electoral, Mauricio Macri visitó por primera vez el acampe. Firmó un acta compromiso de recibirlos si era electo Presidente. Félix Díaz aclaró que no apoyaban ninguna candidatura, que se reunían con todos los sectores y que también sería bien recibido Daniel Scioli. El candidato del Frente Para la Victoria nunca asistió.
Diez meses
A las 18 en punto comenzó la conferencia de prensa. Una mesa, la Whipala (bandera multicolor de los pueblos indígenas), un centenar de militantes y una decena de periodistas.
Félix Díaz recordó la dificultades que vivieron desde febrero (sobre todo en el invierno, donde muchos enfermaron). Explicó que acamparon porque creyeron que en Buenos Aires “donde están los tres poderes” estaban las soluciones negadas en Formosa. “Nuestra lucha no tiene nada que ver con los partidos políticos. Queremos que se cumplan nuestros derechos”, destacó en reiteradas oportunidades.
Agradeció a las Organizaciones sociales, a algunos legisladores, “a toda gente buena que nos ayudó”, y nombró en particular a Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Pablo Pimentel y Aldo Etchegoyen (de la APDH, recientemente fallecido).
Recordó que también han recibido maltratos “de quienes no entienden que la lucha indígena no tiene que ver con los partidos”.
Anunció que en las últimas semanas se avanzó en diálogos con el próximo secretario de Derechos Humanos. “Ojalá que el nuevo gobierno nos escuche y cumpla. Desde nuestros ancestros somos un pueblo que cree en la palabra. Esperamos que cumplan”, señaló.
Remarcó que los derechos humanos no se deben mendigar, se deben cumplir, y aclaró que no agradecerán “un ranchito, un pozo de agua, una obra, porque corresponde que los funcionarios lo hagan”.
Afirmó que el gobierno saliente “ha hecho buenas cosas, pero tiene una deuda con los pueblos indígenas, crea derechos pero no llegan a los territorios”. Lamentó que algunos funcionarios no les dieron la posibilidad de diálogo, pero “les deseamos los mejor, no queremos rencores”.
Pidió a todos los partidos que respeten la cultura y las decisiones de los pueblos indígenas, reclamó que la política indígena debe ser encabezada por las propias comunidades y exigió “basta de muerte por hambre, enfermedades y desalojos de tierras”.
“Ojalá que estas autoridades visiten los territorios. No queremos más manipulación, queremos una construcción colectiva con todos los sectores”, aclaró.
Demandas y luchas
Ernestina Moreno, wichí de Ingeniero Juárez, agradeció a todos los presentes, pidió que se cumplan los acuerdos y dio paso al joven Nicanor Miranda, qom de La Primavera. “Se han perdido muchas vidas. No tenemos educación, trabajo, salud. Esperamos que se resuelva esta situación”, señaló.
Pablo Pereyra, de la comunidad de Bartolomé de las Casas, también pidió que la salud y la educación lleguen a las comunidades indígenas. Lamentó que el gobierno saliente no haya podido solucionar “pero igual le agradecemos y deseamos suerte”.
“No queremos más despojos. Esperamos que este nuevo gobierno tome nuestra agenda, agradecemos que hayan venido a dialogar con nosotros. Esta lucha va a continuar”, advirtió.
Desacuerdo
Amanda Asijak, compañera de Félix Díaz, se manifestó “un poco triste” por la situación. Explicó que han sufrido mucho en estos diez meses y que no quería levantar el acampe, pero también mencionó al Consejo de Ancianos de La Primavera (órgano máximo de la comunidad que el fin de semana pasada le pidió a los líderes qom que vuelvan al territorio). En los pocos minutos que habló mencionó diez veces la palabra “lucha” y otro tanto “territorio”.
“Ojalá que el nuevo gobierno no mienta”, advirtió, mirando al próximo secretario de Derechos Humanos. Recordó que además de territorio se reclama salud, educación. Lamentó que haya “personas que nunca nos respetan”. Recordó la importancia del monte nativo y el agua. “Sin ellos no podemos vivir”, aclaró. Y volvió a pegarle a los funcionarios: “Los gobiernos mienten”. Reiteró que no quería dejar el acampe. “Ojalá que el nuevo Presidente sí escuche. Nosotros también queremos escucharlo. Pero cuando llegan al poder se olvidan”, lamentó.
Macri
Luego de 35 minutos de voces indígenas, fue el turno de Claudio Avruj, futuro secretario de Derechos Humanos de Mauricio Macri. Señaló que ellos (junto al Presidente electo) están “comprometidos con el valor de la palabra” y han asumido un “compromiso con los derechos humanos, que tiene directa relación con la dignidad humana”.
“Venimos a reafirmar el compromiso (de cuando Macri visitó el acampe”), afirmó. Especificó que recibirán a los pueblos originarios en Casa de Gobierno, pasarán el Instituto Nacional e Asuntos Indígenas (INAI) a la órbita de Derechos Humanos (una vieja demanda de las comunidades, que deje de estar en Desarrollo Social). “Los pueblos indígenas no deben ser objeto de asistencialismo ni de cooptación de ningún tipo”, sostuvo Avruj.
Se comprometió a solucionar las demandas de las comunidades. Habló de “diálogo, convivencia y respeto“. Mencionó la “agenda 20-30”, que implicaría “acabar con la pobreza, fortalecer el derecho a identidad, acceso a la justicia y salud”. Afirmó que irán al territorio a conocer las realidades locales. Y anunció que han entablado diálogo con organismos de Naciones Unidas para “soluciones concretas a problemas de larga data de los pueblos originarios”. Precisó que se impulsará articulación con otros ministerios, gobiernos provinciales e intendencias. “No se trata de un problema de los pueblos originarios, es un problema de toda la sociedad argentina”, sostuvo y finalizó: “Les pido que confíen. Vamos a cumplir con la palabra empeñada”.
Desconfianza
Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora e histórico pilar de los qom, respaldó la posición de Amanda Asijak. “523 años fueron maltratados y traicionados. Que esta lucha no haya sido por un ranchito. Está lucha es por territorio, y para no sufrir más”, recordó.
Pidió que no haya “trueques”, advirtió que “los cargos (en los gobiernos) anulan” a los que luchan. “No quiero una nueva desilusión para los pueblos indígenas” y reclamó: “Que este Gobierno (de Macri) primero de pruebas, que se comprometa y lo vamos a acompañar”.
Pidió “verdad, justicia, territorios y no limosnas”. Reclamó que “no se perpetúe la historia” de dolor y engaños.
“Queremos vivir”
Félix Díaz no eludió las dudas de Amanda, Nora Cortiñas y muchos de los que acompañan el acampe. Recordó los cuatro meses de corte de ruta en Formosa (previo a la represión de 2010). “La lucha no se entrega a nadie. Levantamos el acampe voluntariamente, pero si no se resuelven las demandas y si no cumplen, volveremos a acampar. No es desafío a nadie, queremos colaborar en la política indígena pero que se cumpla la palabra”, advirtió.
Agradeció al gobierno saliente porque “nos visibilizó con su indiferencia”.
También dejó un mensaje para (según este periodista) tanto las organizaciones sociales, como personas que acompañan y funcionarios. “Nosotros decidimos sobre nosotros. Queremos ser actores directos de nuestra política. Sobrevivimos miles de años, ahora queremos vivir”.
Futuro
Hoy sábado habrá una ceremonia por la noche (una gran fogata) para agradecer “a la madre tierra”. Y mañana domingo regresarán a Formosa. Díaz confirmó que Avruj les solicitó una propuesta concreta para corregir las graves falencias de la Ley 26160 (que frena los desalojos y ordena relevar los territorios indígenas) y pidió que las comunidades propongan al próximo presidente del INAI. “Vamos a juntarnos los pueblos en lucha y consensuar un nombre”, explicó Díaz.
El 11 de diciembre será la primera reunión con Avruj como funcionario de Derechos Humanos en ejercicio. Y antes de fin de año los recibirá Macri. En pocas semanas se sabrá si el nuevo gobierno cumplirá las promesas o repetirá la línea de acción del kirchnerismo. En el acampe resonaron las palabras de Asijak: los políticos “se olvidan cuando llegan al poder”.