La ‘IV Feria de Iniciativas No Violentas’ se desarrolló durante este 30 y 31 de octubre en el Parque Urbano Cumandá, en el Centro Histórico de Quito. Al segundo y último día asistieron niños, jóvenes y padres de familia, quienes disfrutaron de actividades no violentas, enfocadas en promover una cultura de paz.
El evento cerró la agenda de actividades de ‘Octubre por la Paz y la No Violencia’, impulsado con el lema ‘Construyendo la no violencia’, que contó en este día con el aporte de iniciativas no violentas de colectivos y organizaciones como Wambra Río, Iniciativa Cultura de Paz y Zonas Fronterizas de la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA), La Comunidad para el Desarrollo Humano, Pressenza, Parque Aloasí, Mujer de Luz, entre otros.
Bajo un cielo despejado en la mañana, la feria inició a partir de las 10:00. La gente llegaba y transitaba por los distintos espacios. En la entrada este del edificio se encontraban los stands de algunos participantes de la feria, para brindar información a los visitantes. Las actividades, en cambio, estaban ubicadas en diferentes instalaciones del complejo recreacional Cumandá.
Taller del fuego para niños
“Necesitamos tener una bolita, como la plastilina”, decía Patricia Cabezas a los niños mientras les repartía trozos de barro. Ella y Amparo Bermúdez impartieron el taller a más de 10 niños que se encontraban dentro de un bus antiguo, adaptado para proyectar imágenes. Después de mirar el video ‘El alfarero’, los niños aprendieron acerca de la paciencia y la pusieron en práctica al trabajar con el barro para hacer figuras.
Los niños se mostraban entretenidos. El taller fue realizado por La Comunidad para el Desarrollo Humano – Libélula. “Hacemos juegos interactivos con los jóvenes, taller del fuego para niños y también para adultos. Buscamos voluntariado para seguir transmitiendo la metodología de la no violencia, es lo más importante, lo más esencial”, aseguró Roberto Sotomayor, director ejecutivo de La Comunidad.
“Venimos por casualidad. Veo la campaña de no violencia y me parece interesante. Es bueno porque hay personas que, por miedo al decir o al qué dirán, no confiesan que son violentadas y esto es un impulso para que lo comenten”, dijo Ximena Ortiz, quien llegó al parque urbano con su esposo, su hija de siete y su hijo de cinco años.
La madre de familia considera que estos eventos deben continuar: “Instruyen a los jóvenes y también se pasa en familia, porque eso hace falta en la actualidad”, añadió.
Cine
En el Teatrito se proyectó ‘Human’, un documental realizado por el cineasta francés Yann Arthus-Betrand, que recopila diversos testimonios de personas de distintos países para conocer sobre el ser humano. Los asistentes, entre jóvenes y adultos, observaban atentamente el filme. También se exhibió ‘Pride’, una película que destaca la unión de dos comunidades diferentes por una causa en común.
Martha de Almeida y su nieta de ocho años salían del Teatrito, se dirigían hacia las actividades para niños y comentó: “Es bueno y educativo este tipo de cosas, en vez de ver esas películas de terror en la televisión o en las tablets, ven cosas que no deberían ver. Yo cuido a otros dos nietos y estoy pendiente de lo que ven”.
Actos de amor
Un set fotográfico se montó en un espacio del primer piso. Andrea Reinoso y Andrea Michelena, miembros de La Teta colectiva fotográfica, retrataban a quienes deseaban expresar un acto de amor. Los temas que aborda este colectivo dialogan con la no violencia.
“Nuestra propuesta es la fotografía como un medio para visibilizar otro tipo de cuerpos, otro tipo de propuesta que se diferencia de la mirada estereotipante del cuerpo de la mujer”, explicó Michelena. Por su parte, Reinoso enfatizó: “Una forma de combatir la no violencia es retomando algo tan básico como el acto de amor. Un acto de amor fuera de la idea sexual, el acto de amor cotidiano. Ese tipo de miradas, de abrazos, de sonrisas. Son pequeños actos de amor que alimentan una forma de vida y alejan de lo violento”.
Las fotografías de quienes participaron en esta actividad se publicarán en el blog del colectivo, en una semana, tras finalizar la feria.
Reciclaje
Javier Espín, integrante del colectivo Wambra Río, se ubicó al costado derecho de la entrada este del edificio. En una mesa mostraba y ofrecía a los visitantes objetos hechos con materiales reciclados, elaborados por los niños de su ciudad, Riobamba. Esta actividad se enfocaba en cambiar la mentalidad de los niños acerca del reciclaje.
Los niños se acercaban a ver los artículos y a un aparato en especial. Se trataba de un timbre realizado con materiales reciclados. A decir de Javier: “Es algo para que los niños se distraigan, puedan mejorar su motricidad y disfruten de esos momentos”.
Su exposición incluyó una rápida enseñanza sobre cómo obtener la materia prima, cómo hacer los moldes y las figuras que exhibía. Actividades fáciles que los niños pueden realizar en sus casas.
Juegos y derechos
Amada Aulestia es representante de Aldeas Infantiles SOS, organización que trabaja por los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Ella indicó en qué consistían los juegos que promocionaba Aldeas: una sopa de letras, donde los niños buscan sus derechos; y el corazón del buen trato, un juego con un dado donde puede participar la familia.
“Hay interacción que se da entre padres e hijos, un lazo que se fomenta a través del juego y las actividades de recreación en familia”, describió Amanda mientras observaba a las familias jugar.
Yolanda Rodríguez, su esposo Edison y sus hijos viven cerca del parque Cumandá y bajan los fines de semana. Después de participar en la sopa de letras, el corazón del buen trato y el timbre, su esposo afirmó que son iniciativas positivas: “Es algo bueno para que los niños tengan creatividad e ilustren a los padres también. Especialmente, hay maltrato a los niños dentro del hogar y en las instituciones que estudian. Es algo bueno para que la gente haga conciencia de estas cosas”.
Acroyoga
“Lo que buscamos es equilibrar dos fuerzas aparentemente opuestas. Puedes desarrollar flexibilidad y fuerza, confianza, sostener y ser sostenido”, explicó Adriana Durán, experta en acroyoga, una disciplina en la que se trabaja en comunidad, se genera contacto y comunicación con otras personas.
Participaron mujeres, hombres y niños, quienes reían mientras ejecutaban los ejercicios propuestos, en pareja, unos con más facilidad que otros. Al final, todos se sentaron, formaron un círculo y dieron un masaje en la espalda de la persona que tenían enfrente. “Lo que das, te regresa”, concluyó Adriana.
Peña poética por la paz
Fue un espacio dedicado a la poesía, un encuentro entre público y escritores (Miguel Méndez, Carlos Vallejo, Elizabeth Terán y Marialuz Albuja) en el que se compartieron versos mediante la lectura. Entre ellos, poemas como ‘Un árbol me contó’, ‘Te arrojaré al cielo más sucio’, ‘La palabra paz’, entre otros.
Además, se intercambió criterios sobre la paz a partir de una pregunta, tan corta como compleja, que planteó Vallejo: “¿Qué voy a hacer con mi paz?”
Hip hop para la no violencia
Johanna Alarcón, Camila Egas e Isaac Peñaherrera, integrantes de la Asociación Nina Shunku (en español, Corazón de Fuego), combinaron sus voces, su lírica y experiencia en una charla sobre la cultura urbana y el hip hop, vinculados a procesos para erradicar la violencia.
La Asociación promueve temas de educación vinculados a la no violencia en escuelas y barrios, dijo Egas e invitó a visitar la casa de Nina Shunku, ocupar el espacio y hacer un buen uso del tiempo libre.
Tras sus interpretaciones, finalizaron la charla a su estilo: “Si yo digo hip, ustedes dicen hop: hip, hop. Si yo digo no más violencia, ustedes dicen paz: no más violencia, paz”.
Así, a las 18:00 del sábado 31, se dio fin a la programación de la ‘IV Feria de Iniciativas No Violentas’.
Fotografías: Walker Vizcarra