La colonia está sobre la ruta nacional 34, en el kilómetro 711, y en su cocina se preparan las cuatro comidas de los 80 integrantes, que se dedican a la agricultura, la apicultura, la avicultura, la floricultura y la ganadería. Además, sus 100 vacas lecheras son ordeñadas dos veces por día.
Según explica el Instituo Nacional de Tecnología Industrial, el biodigestor, que fue bautizado por los colonos con el nombre de Don Felipe, utiliza las excreciones de los animales para producir gas, que sirve como combustible en la cocina.
Los 80 integrantes de la comuna rural, según sus costumbres, comen todos juntos en la misma mesa. La cocina -una para todos, donde las mujeres encargadas preparan el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena- funciona a leña obtenida de los montes de la región. Además tienen 100 vacas lecheras que son ordeñadas dos veces por día y trabajan en sus campos de granos, de forrajes para animales, en sus huertas de verduras y hortalizas.
Son tres las principales ventjas que surgen con la implementación de esta tecnología:
* se minimiza el consumo de leña, evitando la degradación del monte
* disminuye la contaminación de los vectores que afectan a personas y animales
* se busca que el agua tratada pueda reutilizarse para el sistema de riego destinado a los campos de la Colonia
«El INTI, organismo dependiente del Ministerio de Industria, contará con un informe para que las personas u organismos que quieran desarrollarlo puedan hacerlo, ya que puede aplicarse en cualuquier parte del país», destacó Aldo De Felice, integrante de la Unidad Técnica de Proyectos Industriales de la Unidad Operativa NOA del INTI, a cargo del desarrollo del proyecto.
La presidenta de la Asociación Civil Colonia Jaime, Marcela Lazo, expresó: «Es muy importante para nosotros contar con este biodigestor porque sabemos que el abono de las vacas es muy contaminante. Además vamos a disminuir la cantidad de leña que utilizamos a diario».
El biodigestor, que fue bautizado por los colonos con el nombre de Don Felipe, utilizará las excreciones de los animales para producir gas que será usado como combustible en la cocina y, de esta manera, se obtendrán principalmente tres ventajas: se minimizará el consumo de leña, evitando la degradación del monte, se disminuirá la contaminación de los vectores que afectan a personas y animales, y se buscará que el agua tratada se pueda reutilizar para el sistema de riego destinado a los campos de la colonia.
El proyecto es financiado por la Subsecretaría de Desarrollo, Ciencia y Tecnología y Gestión Pública del Gobierno de la provincia de Santiago del Estero y fue desarrollado por la Unidad Técnica de Proyectos Industriales de la Unidad Operativa NOA del INTI, con la participación de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.