Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, se ha desarrollado en Madrid el I Foro Internacional Juventud y Violencia de Género durante los días 23 y 24 de noviembre. Este foro ha aglutinado a más de 1.200 jóvenes, de 54 países, con la finalidad de reflexionar, debatir y sacar conclusiones sobre qué hacer para extinguir de los usos y modos sociales el machismo y la violencia sobre la mujer, que este comportamiento sexista conlleva.

¿Por qué un foro tan específico sobre Juventud y Violencia de género? Algo no funciona en nuestra sociedad cuando los jóvenes (tanto ellos como ellas), que han sido teóricamente más y mejor educados en los valores de respeto e igualdad, a diferencia de otras generaciones anteriores, protagonizan en los últimos tiempos un alto porcentaje de agresiones y muertes machistas. Por desgracia, comienza a ser habitual, la muerte de mujeres menores de 30 años, a manos de sus parejas o ex parejas. Además ha aumentado considerablemente el maltrato a mujeres jóvenes en forma de agresiones sexuales, palizas o vejaciones de todo tipo.

Las cifras hablan por sí solas de la situación (Datos del Ministerio de Igualdad):

· La media de muertes en España por Violencia de género es de 80 anuales.
· El 29,4% de las mujeres que han muerto por violencia machista son menores de 30 años.
· 113.500 mujeres tienen orden judicial de protección. De ellas el 39,2% es menor de 30 años.
· El 40 % de las órdenes de protección y alejamiento corresponden a maltratadores menores de 30 años.
· De las llamadas al teléfono 016 (teléfono de atención a las víctimas de violencia de género), el 29,3% son de menores de 30 años.
· El 17,7 de los hombres menores de 30 años piensa que ser agresivo les hace más atractivos.

La contundencia de las estadísticas contradice la creencia tradicional, que asociaba casi en exclusiva el maltrato machista a grupos de bajo nivel social y cultural, y habla de parejas casadas con hijos y gente de mediana edad prioritariamente.

Lo que sí queda evidente es que, al igual que la sociedad y sus modelos tradicionales (políticos, económicos, religiosos, culturales, familiares…) están en profunda crisis, hay un modelo de convivencia en pareja que hace aguas y en el que la mujer vive subyugada y el varón es el centro de poder. Se ve claro que con leyes sólamente(¡por cierto, bienvenidas sean!), no se soluciona el problema, pues la violencia de género como todas las formas de violencia obedece más a una actitud personal de comportamiento, con sus motivaciones, creencias, modos, etc…, frente a otros seres humanos.

Los viejos puntos de vista sobre la mujer, en los que ésta es inferior al hombre, es un objeto de posesión, de sumisión, un objeto para aprovechamiento, de uso y disfrute, que justifica la tan conocida frase de «por amor te quiero, por amor te mato», deben dar paso a actitudes verdaderas de libertad, tolerancia, consenso, igualdad y respeto, que se pueden resumir en la regla: “Trata a los demás como quieres que te traten”.