A pesar de la proclamación de patriotismo de muchos surcoreanos y del estado de guerra en la frontera del norte, continúa la fuga del servicio militar obligatorio.
La oposición política, que está presionando para que se modifiquen las leyes vigentes, considera que lo que priva al país de recursos humanos (destinados también a la seguridad nacional) es la posibilidad que se le otorga principalmente a los ciudadanos con más recursos de obtener una ciudadanía extra.
La ley obliga a quienes tienen doble ciudadanía a renunciar a una de las dos al cumplir los 18 años de edad. Normalmente se opta por renunciar a la surcoreana para evitar el servicio militar, que dura dos años. Del mismo modo, la ley permite que los ciudadanos que emigraron, que tengan 37 años cumplidos y que no hayan realizado el servicio, regresen al país sin recibir ningún tipo de sanción
Según la Administración del Personal Militar, el número de jóvenes exentos del servicio aumentó de 3.000 en el 2013 a casi 4.400 el año pasado. La mayoría de ellos elige la ciudadanía australiana, canadiense, neozelandesa o estadounidense. Para la oposición, esta situación es «lamentable» y está presionando para que se implemente medidas punitivas, como, por ejemplo, la no devolución de la ciudadanía.