“La No Violencia con Democracia y Participación” es el tema central que el Gobierno de la República de Honduras propuso a la Organización de los Estados Americanos (OEA), para la celebración del 39º Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General, a llevarse a cabo en San Pedro Sula, Honduras, entre el 31 de mayo y el 2 de junio del año 2009.
Tanto el Presidente del país anfitrión, José Manuel Zelaya, como su Ministro de Relaciones Exteriores han justificado y reforzado esta propuesta en las reuniones preparatorias del evento, sosteniendo la necesidad de promover, desde los estados miembros de la OEA, una cultura de la paz en el Hemisferio.
El Jefe de Estado hondureño aseguró que la discusión de “La No Violencia con Democracia y Participación”, como tema central de la próxima Asamblea, será la oportunidad para “predicar la no violencia y emprender un nuevo sistema en la mente y en la cultura de los pueblos, a través de una nueva confraternidad entre las naciones”.
El Canciller Ángel Edmundo Orellana, por su parte, ha sostenido que “todos los refugios naturales para la persona en sociedad, en donde siempre encontró la paz, tranquilidad y seguridad, comenzaron a debilitarse, a disminuir su eficacia, a poner en tela de juicio su capacidad. La familia, la iglesia y la escuela, ayer refugios indiscutibles, son hoy instituciones notoriamente debilitadas por una nueva realidad cada vez más amenazante”.
“Nuestras poblaciones padecen inseguridad, ese vago sentimiento de temor y resentimiento que ensombrece la vida y la vuelve prisionera de sus miedos. Las casas se protegen con barrotes como en las prisiones, las ciudades se dividen en zonas en función de sus peligros y nadie se siente seguro en las calles y avenidas. Los narcotraficantes y los ladrones se esconden en las aglomeraciones y el ciudadano común abandona poco a poco la vida citadina común”.
El mandatario hondureño ha declarado, en encuentros previos a la realización de la Asamblea, que hay que enfrentar las causas de la violencia y buscar soluciones pacíficas a la misma y que los esfuerzos deben dirigirse a lograr que el ser humano se convierta en no violento.
También ha manifestado que “Esta filosofía del bien, de la moral, y de la práctica de la No Violencia, debe ser un compromiso de los Estados, de los pueblos y de las religiones”.
El Presidente Zelaya aseguró que “será un honor para nosotros recibirlos en nuestro país para abordar un tema tan importante; ese día, Honduras abrirá los brazos a quienes pregonan la paz, el amor, y la reconciliación de los seres humanos”.