El huracán Sandy, que tiene la categoría de primer grado y enorme extensión, se mueve en base a vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora dirigiéndose hacia nueve Estados del sector oriente de Estados Unidos: Nueva York, Maryland, Pensilvania, Virginia, Connecticut, Nueva Jersey, Massachussets, Delaware, Rhode Island, además del Distrito de Columbia.
Las autoridades han declarado hoy estado de emergencia y el Alcalde de la ciudad de Nueva York ordenó el cierre de las escuelas y del transporte público. La costa de Carolina del Norte sufrió hoy los primeros embates de tormenta, mientras en las próximas horas el impacto se producirá en Nueva York y Nueva Jersey para luego seguir hacia Pensilvania. La amenaza se extiende incluso a otras ciudades como Filadelfia, Washington, Baltimore o Boston.
Desde las 19 horas del domingo no circulan en Nueva York los medios de transporte público ni tampoco la red de metro y las 375.000 personas que viven en la zona baja de la ciudad han sido advertidas de que correrán serios peligros si permanecen en sus viviendas. Se les ha recomendado evacuar tempranamente. Durante todo el día de mañana lunes, los colegios y universidades de los barrios orientados hacia el Atlántico permanecerán cerrados.
Una de las zonas en las que se predicen mayores problemas son las aledañas al río Hudson, en sus dos orillas, así como las adyacentes al East River y Staten Island.
Este lunes se espera que será el momento de mayor subida de las aguas que bañan las costas de Manhattan, Brooklyn, Queens y Long Island, según avisó el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg. No se descarta incluso que el nivel pueda marcar un récord.
En relación al transporte aéreo, las aerolíneas han cancelado hoy alrededor de 1.500 vuelos. Durante mañana lunes, serán más de 5.000 los que no despeguen. La red de ferrocarril estadounidense anunció que «para mañana lunes todas sus rutas por la costa Este han sido canceladas, incluyendo el trayecto que une la capital federal de EE UU con la ciudad de Nueva York».
Los meteorólogos han definido a Sandy como un híbrido raro de «súper tormenta», creada por una corriente de aire ártico que convertirá al huracán en una tormenta tropical, lo que podría provocar hasta 12 centímetros de lluvia en algunas zonas (120 litros por metro cuadrado), así como unos cinco centímetros de nieve en los Montes Apalaches, desde Virginia Occidental hasta Kentucky.