Señor Peña Nieto,
Como presidente electo de la República Mexicana que asumirá su cargo el próximo 1 de diciembre, usted concluye una gira por Europa con una visita a la capital francesa. Así, el 17 de octubre será recibido por el presidente de Francia, François Hollande, y al día siguiente dictará la conferencia «El México del cambio y su rol en el cambio en un mundo internacional» en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los cambios de los que hablará, ¿tomarán en cuenta el trágico balance de una década de violencia extrema en el país?, ¿o se trata de propuestas que planea someter en los próximos seis años a una sociedad tan herida?
Culminando con la ofensiva federal emprendida durante el mandato de su predecesor, Felipe Calderón, la tragedia mexicana se salda con la muerte de más de 60.000 de sus conciudadanos, atrapados entre el fuego cruzado de los cárteles y de los poderes públicos, en los que con gran frecuencia se ha infiltrado el crimen organizado. Entre estas víctimas se encuentran más cien periodistas asesinados o desaparecidos en la última década. Los casos más recientes son los de Ramón Abel López Aguilar, fotógrafo y director del portal de Internet Tijuana Informativo (http://tijuanainformativo.info/) de 53 años de edad, asesinado en la ciudad de Tijuana el 15 de octubre, y el de “Ruy Salgado”, alias “El 5anto” (http://es.rsf.org/mexico-el-bloguero-el-5anto-desaparecido-14-09-2012,43387.html), bloguero del Distrito Federal, quien desapareció misteriosamente el 8 de septiembre pasado, en plena controversia por el desarrollo de las elecciones federales del 1 de julio (http://es.rsf.org/mexique-bloquean-la-distribucion-de-la-03-09-2012,43322.html).
Es de este país, marcado también por la terrible represión registrada en San Salvador Atenco en mayo de 2006 –época en que usted era gobernador del Estado de México–, que usted será presidente a partir del 1 de diciembre. ¿Qué tipo de justicia se hará? ¿Qué sistema de justicia perenne permitirá restaurar, marcar un inicio del Estado de Derecho? ¿Qué garantías constitucionales serán al fin aplicadas para que los periodistas, así como los blogueros, defensores de los derecho humanos, actores de la sociedad civil y activistas que pugnan por la transparencia electoral puedan ejercer el derecho a la libertad de informar e interpelar a las autoridades sin temer ser reprimidos o asesinados?
El giro que enseguida tomó la investigación por el asesinato de Ramón Abel López Aguilar en Tijuana no hace sino recordarnos, demasiado, esos procesos cerrados de prisa y ahogados en una burocracia infernal que no hace sino delatar el reino de la impunidad. El yerno del periodista, también colaborador del portal informativo, ahora se encuentra detenido y es el principal sospechoso debido a algunas contradicciones en sus declaraciones. Cierto, el móvil del crimen aún queda por esclarecerse. Pero, ¿qué elementos deberían excluir a priori la pista profesional? Pues Tijuana Informativo acababa de publicar información sobre el tráfico de droga y el crimen organizado en la región (http://www.tijuanainformativo.info/index.php/policiaca/7620-golpe-al-narco-en-mexicali-decomisa-pep-20-kilos-de-qiceq-y-7-kilos-de-heroina).
Esta tendencia a la negación se encuentra presente en muchos otros casos, como el de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso asesinada en el estado de Veracruz (http://es.rsf.org/mexico-la-revista-proceso-esta-de-duelo-30-04-2012,42405.html), que se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo para el gremio periodístico. Muy a menudo se sacrifican la justicia y la verdad por los intereses y las relaciones políticas, en menosprecio de los derechos constitucionales fundamentales.
¿Cuáles son sus compromisos en este renglón? ¿Cómo espera cumplirlos? ¿Con qué participación de una sociedad civil que se encuentra asqueada por instituciones que deberían representarla y protegerla? Estas cuestiones constituyen el reto de su sexenio como dirigente de la República Mexicana. Como observador atento y sin condescendencias, Reporteros sin Fronteras pedirá respuestas a ellas.
Respetuosamente.