El Banco Central Europeo anuncia que celebrará una reunión antes del lunes para definir si sigue inyectando liquidez a las entidades helenas.
Desde la Unión Griega de la Banca hacen un llamamiento a mantener la calma: «el suministro de billetes funciona con normalidad».
Los griegos han retirado unos 400 millones de euros de los bancos desde que anoche el primer ministro, Alexis Tsipras, anunciara un referéndum sobre la última oferta de los prestamistas internacionales para mantener el programa de rescate.
Según informa la cadena de televisión griega Mega, se han formado colas en los cajeros automáticos para retirar los fondos de las entidades bancarias. Y los situados dentro de la sede del Parlamento griego no han sido una excepción y se ha podido ver a decenas de diputados haciendo cola para sacar dinero.
Sin embargo, la presidenta de la Unión Griega de la Banca, Luka Katseli, hace un llamamiento a la tranquilidad. Asegura que los cajeros funcionan con plena normalidad. «El suministro con billetes en los cajeros funciona con plena normalidad y en los casos aislados que debido a un retiro masivo hubo problemas, los restablecemos lo antes posible», ha declarado Katseli a la agencia de noticias griega AMNA.
Las direcciones de los bancos griegos están en reunión permanente y evalúan el comportamiento de los clientes, según los medios locales.
Reunión del BCE antes del lunes
El Banco Central Europeo ha anunciado este sábado, tras conocerse la ruptura de negociaciones entre el Eurogrupo y Atenas, que convocará una reunión para examinar la situación en Grecia antes del lunes y definir si seguirá inyectando liquidez a los bancos griegos a través del mecanismo de emergencia ELA.
«El Consejo de Gobierno del BCE celebrará una reunión a su debido tiempo para discutir la situación. El BCE está siguiendo de cerca los acontecimientos», señala el supervisor en una escueta declaración. El encuentro tendrá lugar antes de la apertura de los mercados el lunes, según han explicado fuentes europeas.
El BCE debe decidir en particular si mantiene o no, y en qué condiciones, la línea de asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) a la banca griega una vez que expire el rescate el próximo martes 30 de junio.
La liquidez de emergencia a un Estado miembro no está supeditada a que esté vigente un programa de rescate, sino que depende de la solvencia de sus bancos. No obstante, un posible impago de Grecia de los 1.500 millones que debe abonar al Fondo Monetario Internacional (FMI) el 30 de junio pondría en cuestión la solvencia del Estado, lo que a su vez repercutiría en la banca, según han explicado las fuentes consultadas.
Si el BCE decide cortar la liquidez de emergencia, Atenas podría verse obligada a imponer controles de capital. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha eludido pronunciarse sobre esta cuestión escudándose en que el BCE es independiente.
Fuentes bancarias griegas han explicado a los medios locales que la imposición de control de capitales el lunes dependerá del comportamiento de los clientes y han llamado a la calma. A partir de la mañana de viernes hubo un incremento de retirada de depósitos, tras unos días de calma y, según los medios locales, el sábado, antes de que Tsipras anunciara la convocatoria de un referéndum, fueron retirados 600 millones de euros.