- Policías nacionales y municipales detienen y golpean a dos miembros de la Corrala Dignidad 1º de mayo, en Mérida, cuando se dirigían al médico por estar uno de ellos con la tensión arterial alta.
- Les acusan de robar fluido eléctrico de un arqueta, que está a 1 km. de distancia de la Corrala.
Hoy, a las 5 de la madrugada, un amplio destacamento de la Policía Nacional, acompañado de otro dispositivo de la Policía Municipal, ha detenido a Jesús y a Pablo, dos miembros de la Corrala Dignidad 1º de Mayo, acusándoles de enganchar la luz para esa comunidad de vecinas y cuando se dirigían al médico por tener la tensión arterial alta uno de ellos.
Por su parte, las víctimas han presentado parte de lesiones y denunciado maltrato policial.
Ante estos hechos, Campamento Dignidad de Mérida ha hecho público un comunicado, en el que expresan lo siguiente:
… Pero no contentos con la detención de nuestros dos compañeros les han pegado patadas en el suelo y golpes de todo tipo. Les han insultado y vejado de mil maneras. Es una vergüenza que aquellos a quienes pagamos para cumplir la Constitución (artículo 47: derecho a una vivienda digna) se comporten con este grado de brutalidad.
Pero sabemos que no son ellos. Son sus jefes en la Delegación del Gobierno, son los políticos del PP, rabiosos por haber perdido las elecciones municipales y autonómicas y aterrados ante la perspectiva de ser derrotados en las próximas generales.
Quieren que sintamos miedo, que sintamos el aliento del terror en la nuca. Y quieren convencernos de que no se puede. Por eso la escandalera de los tuits de Zapata, por eso el desahucio de Cádiz atropellando a la nueva corporación, por eso el encarcelamiento de Alfon, por eso la inminencia de la Ley Mordaza.
El Campamento Dignidad apoya la lucha de las compañeras y compañeros de la Corrala y exige a la Delegación del Gobierno que ponga fin a la política de acoso y represión contra los activistas de los campamentos dignidad y del movimiento por los derechos sociales. Al tiempo, reclama la apertura de una mesa de negociación en la que se dé solución a las familias de la Corrala y la puesta en alquiler social de todas las viviendas de la SAREB (banco malo). Mientras tanto, reclama que por parte de las administraciones se garantice el acceso de todas las familias al suministro de luz y agua.
No van a pararnos. El pueblo ha echado a andar y no se va a detener.Como el otro día gritó Alfon, justo antes de que lo metieran en el furgón policial: Compañer@s, ¡La lucha continúa! ¡Pan, trabajo, techo y dignidad!