Ayer el gobierno del premier conservador checo Mirek Topolanek ha sido destituido por el Parlamento con una moción presentada por la oposición socialdemócrata.
Se trata de una gran victoria para el movimiento no-violento contra las bases en República Checa che ve crecer las reales posibilidades de oponerse a la instalación de la base militar de radar de los EEUU.
El gobierno checo está formado por el ODS, el partido de derecha de mayoría relativa, por un pequeño grupo de Demócratas cristianos y por los Verdes. Las razones del voto negativo son tantas: las medidas impopulares tomadas en el campo del sistema sanitario han contribuido a la victoria de la oposición, así como el escepticismo expreso hacia la Unión Europea, pero el elemento decisivo fue el conflicto que se generó en la sociedad civil checa con respecto a la instalación de una base militar de EEUU dentro del proyecto del escudo espacial.
El 70% de la población está en contra de la presencia de tropas extranjeras en el propio territorio. La protesta popular, que dura desde hace más de dos años, ha puesto en crisis al gobierno en varias ocasiones y ha reforzado a los partidos de oposición: las elecciones regionales realizadas el pasado otoño han visto el derrumbe de los partidos de la mayoría.
«El gran trabajo de sensibilización, movilización e información hecho en estos años – dice Jan Tamas, presidente del Partido Humanista checo y líder de la protesta contra la base radar – ha hecho comprender a muchos diputados de la oposición la peligrosidad del escudo espacial y a muchos miembros del Partido Verde que estaban persiguiendo una política lejana de las posiciones de los Verdes europeos».
La caída del gobierno fue posible sobretodo gracias a dos
diputados verdes que se distanciaron de las posiciones militaristas de su partido.
La instalación de la base militar estadounidense fue uno de los temas más sentidos en los últimos años por la sociedad checa. La huelga de hambre hecha por Jan Tamas y Jan Bednar en mayo de 2008 creó una fuerte conmoción entre la gente: desde entonces continúa en todo el país una huelga de hambre a rotación. Se unieron a esta protesta científicos, académicos, actores, directores, deportistas, parlamentarios de diferentes bloques políticos y el vicepresidente del Parlamento, incluso se formó una liga de alcaldes contra el radar.
«Tal vez los medios internacionales presentarán la caída del gobierno checo como el fruto de los habituales juegos políticos» – prosigue Jan Tamas – «esto es en parte verdadero, la crisis económica es un tema importante. Pero la caída del gobierno representa sobretodo la victoria de la democracia, del desarme y de la lucha no-violenta. Sin nuestra protesta el gobierno nunca habría caído. Nuestra gente no quiere tropas extranjeras sobre el propio territorio; ahora EEUU tendrá que rever sus planes. Es una victoria de la gente y no de los políticos».
Los activistas checos quisieran que su ejemplo fuese seguido en los otros países involucrados en el proyecto del Escudo Espacial – Italia, Gran Bretaña, Japón e India – para desarrollar una amplia oposición a las “guerras estelares”, y a favor del desarme nuclear. Sobretodo la construcción del escudo espacial en India podría aumentar las tensiones con Pakistán, y ambos países disponen de arsenales nucleares.
El premier Topolanek, entrevistado por el periódico Novinky, inmediatamente después de la desconfianza expresada a su gobierno, ha reiterado la certeza de que el futuro gobierno seguirá el camino de la ratificación del tratado con EEUU. Sobre esta posibilidad Jan expresa sus dudas: «luego de las presiones generadas por la huelga de hambre, el partido socialdemócrata ha tenido que tomar una posición clara a nuestro favor, cosa que les torna más dificultoso que a futuro puedan cambiar de opinión sobre la cuestión del radar.»
Europe for Peace