El 2 de octubre se celebró el Día Internacional de la No Violencia. En el evento de Madrid, el Ayuntamiento no permitió utilizar el equipo de sonido necesario para las intervenciones públicas. Arturo Viloria, Secretario General del Partido Humanista en España, había preparado para tal celebración un texto. El título del mismo era «La no violencia en el ADN de los humanistas. Lo reproducimos aquí.
Agradezco a los amigos que han organizado este acto y que nos dan la oportunidad de dar el testimonio de la posición del Partido Humanista sobre la no violencia, la violencia y la no violencia activa.
Nosotros incorporamos desde nuestros inicios, a comienzos de los años 80, este tema de la no violencia como el tema central. Cito aquí unos párrafos de las tesis del Partido Humanista: “Esta libertad ha permitido que algunos seres humanos se apropien ilegítimamente del todo social. Es decir, que nieguen la libertad y la intencionalidad a otros seres humanos, reduciéndolos a prótesis, a instrumentos de sus propias intenciones. Allí está la esencia de la discriminación, siendo su metodología la violencia física; económica; racial y religiosa.”
Este párrafo describe un fenómeno que se ha arraigado profundamente en todos los campos de la actividad humana. Transformar a las personas en cosas, cosificarnos. Es algo que practican a diario los poderosos cuando especulan con las necesidades básicas de la gente, con la salud, la educación, cuando se niegan los derechos a la libertad de expresión o de manifestación, cuando se “reforma” el mercado laboral y se convierte a los trabajadores en carne de cañón para ser usada y despedida según las apetencias del capital, o cuando se invaden territorios y se bombardean poblaciones para controlar y apropiarse de los recursos naturales. Van íntimamente unidas la discriminación, la negación de la humanidad del otro, con la violencia en sus diversos tipos.
Esto se describe en los dos siguientes párrafos de las Tesis del Partido Humanista: “Necesariamente, aquellos que han reducido la humanidad de otros seres humanos, han provocado, con esto, nuevo dolor y sufrimiento, reiniciando en el seno de la sociedad la antigua lucha contra la naturaleza, pero ahora contra otros seres humanos convertidos en objetos naturales”.
Este código se ha transmitido y reproducido a través de la educación y de los medios de comunicación y también nosotros lo experimentamos en nuestras relaciones personales, en las que se expresa como desconfianza, temor, incomunicación, falta de futuro….Continúo con el último párrafo de las tesis que quería citar
“Esta lucha no es entre fuerzas mecánicas, no es un reflejo natural. Es una lucha entre intenciones humanas y esto es, precisamente, lo que nos permite hablar de opresores y oprimidos, de justos e injustos, de héroes y cobardes. Esto es lo único que permite rescatar la subjetividad personal y es lo único que permite practicar con sentido la solidaridad social y el compromiso con la liberación de los discriminados, sean éstos mayorías o minorías.”
Así pues, cuando argumentaban y argumentan todavía hablando de cosas tan “metafísicas” como las leyes naturales del mercado, de condiciones “objetivas” o de duros ajustes “necesarios” para el bienestar del futuro, nosotros nunca los creímos. Y seguimos sin creernos nada. Y afortunadamente, estamos en un momento histórico en que mucha gente ha dejado de creer en ciertas cosas. Por ejemplo, no creemos que sea necesario desmantelar el sistema de salud o la educación públicas para que el país funcione mejor, sino que creemos que lo quieren desmantelar para hacer negocio con ellas; no creemos que el escudo antimisiles de Rota lo pongan para que el mundo sea mas seguro, creemos que es una amenaza para todo el país.
Pero si muchos dejamos de creer en este sistema ¿Qué va a pasar? Va a pasar lo que esta pasando, que va a haber protestas y más protestas. Y que no se van a poder callar las protestas, que cuando el Gobierno tape por un lado el boquete, se abrirá por otro.
Y aquí es el punto central al que queremos hoy llegar, a lo que es la no violencia activa. Según el Diccionario del Nuevo Humanismo la no violencia activa es la estrategia de lucha del Nuevo Humanismo consistente en la denuncia sistemática de todas las formas de violencia que ejerce el Sistema. También, táctica de lucha aplicada a situaciones puntuales en las que se verifica cualquier tipo de discriminación.
La no violencia activa se basa en resistir la violencia que hay en uno y fuera de uno, en rechazar la violencia y la discriminación en la vida cotidiana, en aprender a tratar al otro como a uno le gustaría que le traten, y como no podía ser de otro modo, es también una intención y una elección.
Si vivimos en un sistema cuya metodología es la violencia y el valor central la acumulación de poder y dinero, la propuesta humanista se basa en construir otro sistema, basado en el respeto de la libertad humana y que tome al ser humano como valor central. Por ello, las protestas, revueltas o intentos de transformar la sociedad no irán muy lejos si no se apunta al nuevo paradigma, a considerar al ser humano como valor central por encima del Estado, del dinero, de la producción o de cualquier otra consideración.
Y en las circunstancias actuales, eliminar o disminuir la violencia económica y de todos los tipos que sufrimos significa priorizar absolutamente una salud y una educación públicas y universales frente a la desigualdad actual; devolver al todo social el poder de decisión que le ha sido negado, hasta construir una democracia real basada en las unidades vecinales; equilibrar la relación entre capital y trabajo mediante la participación de los trabajadores en las decisiones importantes de la empresa y la creación de bancos públicos sin intereses que eliminen la especulación y la usura del capital financiero que se adueña de personas, empresas y países
¡Esta gran fuerza, la no violencia activa, es la que está transformando el mundo!.