Comunicado de prensa de la Federación de Estudiantes Judíos de Chile

Les escribimos como estudiantes judíos y miembros de la Universidad de Chile, Universidad de excelencia y tradición que valora “la libertad de pensamiento de expresión y el pluralismo” como lo establece en sus principios orientadores.

Nos dirigimos a ustedes en razón del llamado que se ha efectuado para la conmemoración del Nakba o día de la catástrofe, en el cual la organización Grupo de Acción por Palestina pretende impulsar una campaña de boicot económico, político y cultural contra el estado de Israel “BDS movement”.

Son cuatro los principales motivos que nos inquietan respecto del acto que se desea llevar a cabo:

Aprobar un boicot académico y cultural contraviene los principios que inspiran a nuestra Universidad. Nos preocupa la idea de que nuestra universidad – por no hablar de cualquier universidad – dedicada a la búsqueda de la verdad y el conocimiento[1], sea llamada a prohibir la cooperación con las universidades y los grupos culturales de cualquier otro país. Consideramos esto como un asalto escandaloso sobre la libertad intelectual y académica – que todos los movimientos de estudiantes deberían proteger. Es el diálogo con quien piensa distinto el que enriquece a la Universidad. Un boicot importa una seria contravención al quehacer universitario, y su sombra de oscurantismo retrotrae a añejas prácticas propias de movimientos totalitarios, en los que el debate de las ideas cede paso a la imposición unilateral de prejuicios, propagando el odio y la persecución contra quien disiente.

Este movimiento es discriminatorio. Una moción de boicot a Israel dice efectivamente que los estudiantes y profesores israelíes no son bienvenidos en nuestra universidad, universidad que se jacta de ser pluralista y transversal, simplemente debido a su nacionalidad. Se crea una atmósfera venenosa y divisiva, que puede hacer que los estudiantes judíos en particular se sientan incómodos, lo que no propende al libre desarrollo intelectual y social dentro de la universidad. Somos partidarios de un debate sano, de llegar a soluciones mediante el diálogo pero con este acto y con el movimiento BDS en general se constituyen intentos sistemáticos para cerrar el diálogo constructivo. En representación de los estudiantes judíos nos preocupa particularmente que nuestros derechos estén amenazados por la acción propuesta.

Promueve el odio y no una solución al conflicto. Se pide a la Universidad de Chile, universidad estatal, unirse a un movimiento odioso. El Movimiento BDS busca deslegitimar a Israel con el fin de promover una solución de un Estado, en lugar de una paz real y duradera. Este movimiento no avala el derecho a la autodeterminación de ambos pueblos, y por lo mismo es contrario a la solución de dos estados, uno judío y otro palestino, viviendo uno al lado del otro. Se opta al contrario por la solución radical de un estado en lugar de otro. La idea de que los estudiantes de nuestra universidad puedan unirse a este movimiento es profundamente preocupante siendo que solo promueve el odio y la discriminación, no propende a una solución ni a un dialogo constructivo.

BDS no distingue entre la oposición a la ocupación y los asentamientos, y la oposición al propio Israel como estado. Muchos judíos en Chile están en contra de los asentamientos en Cisjordania (de hecho es la postura de la Federación de Estudiantes Judíos de Chile), pero apoyar un movimiento que propone un boycott general en contra de la existencia de Israel, proponiendo un estado en lugar del otro, es mucho más radical.

Los partidarios del movimiento BDS, incluyendo sus más prominentes miembros y su fundador, han hecho comentarios que revelan las intenciones subyacentes de este movimiento. La campaña es una fachada aparentemente inocua para una campaña de deslegitimación y desmantelamiento del Estado de Israel. Este movimiento propone una solución de un solo Estado, con una minoría de judíos, propuesta que ha sido firmemente rechazada por las Naciones Unidas ya que se ha visto su inviabilidad (el Estado de Israel tuvo que dar refugio a 850.000 refugiados judíos que habían sido expulsados de distintas naciones árabes). Asad AbuKhal miembro del BDS ha escrito, “el verdadero objetivo de BDS es reducir el estado de Israel”[2].

La solución de dos estados es el objetivo aceptado por todas las visiones moderadas con respecto al conflicto palestino-israelí, y es la postura de los jóvenes judíos de Chile. Estamos a favor de un estado palestino viable junto al Estado de Israel, estamos a favor de la convivencia pacífica en medio oriente, estamos a favor del diálogo y el debate constructivo, cosas que son incompatibles con el movimiento BDS.

Es por esto que este movimiento ha sido condenado internacionalmente, Larry Summers, ex presidente de la Universidad de Harvard, ha descrito el movimiento BDS como “anti-semita porque no propone una solución sino sólo demonizar a Israel”[3]. El actual Presidente de la Universidad de Columbia, Lee Bollinger, ha descrito el movimiento como “grotesca y ofensivo”[4].

Que nuestra universidad se una a este movimiento, implica alinearse al extremismo y a un movimiento desacreditado. El presidente de la autoridad nacional palestina, Mahmud Abbas, ha declarado públicamente que “no pedimos a nadie a boicotear a Israel. Tenemos relaciones con Israel”. De hecho Mustafa Barghouti, el político palestino más influyente alineado con el movimiento, recibió sólo el 2,7% de los votos en las últimas elecciones administradas por la Autoridad Palestina. Es decir se pretende que los estudiantes de nuestra Universidad se sumen a un boicot al que no apoya ni del que participa la propia Autoridad Palestina. Ello resulta francamente insólito y demuestra la hábil manipulación que se esconde detrás del movimiento BDS.

La paz se alcanza a través de negociaciones bilaterales, de cooperación económica, de colaboración académica, de relaciones comerciales, relaciones diplomáticas saludables, estando en contra del racismo de todo tipo (ya sea la islamofobia o el antisemitismo), y por supuesto, estando a favor del “reconocimiento mutuo”. El BDS burla todos estos principios y socava profundamente los esfuerzos para fomentar la paz.

¿Por qué nosotros, como estudiantes universitarios deberíamos adoptar una postura que sólo agrava las hostilidades e intimida a estudiantes cuando tenemos caminos más esperanzadores para llegar a la paz?

El problema no es que se quiera conmemorar la “Nakba”, el problema es el énfasis que le ponen al  promover  la discriminación y la abolición de un estado.

Israel, es un país democrático, y como tal no escapa a la posibilidad de todo estado democrático de adoptar políticas erróneas cometiendo errores. Nosotros debemos abogar por cambios en esas políticas, debemos reforzar las voces que llaman a la paz, la reconciliación y una solución pragmática al conflicto, no promover más odio.

Por lo mismo, proponemos exportar la paz a medio oriente en vez de importar el conflicto. Chile es un país en el que palestinos y judíos hemos convivido en paz y armonía por más de 100 años. Como jóvenes universitarios debemos tomar ese ejemplo, abogando siempre por la paz. Es nuestra responsabilidad y debe ser nuestro compromiso.

[1] esto sale señalado como la primera mission de la Universidad de Chile “La generación, desarrollo, integración y comunicación del saber en todas las áreas del conocimiento y dominios de la cultura, constituyen la misión y el fundamento de las actividades de la Universidad, conforman la complejidad de su quehacer y orientan la educación que ella imparte”.

[2] http://www.ngo-monitor.org/article.php?operation=print&id=3694

[3] http://www.thecrimson.com/article/2002/9/19/summers-says-anti-semitism-lurks-locally-university/

[4] http://www.nysun.com/editorials/bollinger-committee/6118/

El artículo original se puede leer aquí