La cancelación del Premio Nacional de esta disciplina por parte del Ministerio de Cultura ha avivado de nuevo la controversia.

La corrida de toros, considerada patrimonio cultural de España, vuelve a estar en el debate del país ibérico, luego de que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, anunciara la cancelación del Premio Nacional de Tauromaquia de este año y que está agilizando los trámites para su anulación definitiva.

Urtasun ha había referido en reiteradas ocasiones su rechazo a espectáculos que considera que están basados en el maltrato animal y, de hecho, la medida ha mostrado coherencia con lo recogido en el programa electoral de Sumar, el partido del que forma parte el ministro, donde se planteaba la derogación de la protección cultural y patrimonial de la tauromaquia, así como la supresión de su financiación pública.

La semana pasada, en una entrevista televisiva, el titular de Cultura señaló que «hay una mayoría de españoles que se preocupan cada vez más por el bienestar animal y que no comparten el maltrato animal».

Además, añadió que la mayoría de españoles cada vez entiende menos que «se practique la tortura animal en nuestro país» y que sean «premiadas con medallas que van asociadas a premios dinerarios», es decir, que se le dedique dinero público.

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