El Gobierno brasileño lanzó hoy el Plan de Transformación Ecológica, que impulsa un desarrollo económico sostenible e integrado que promueva la justicia social y el bienestar de la población.
En un evento en Brasilia, Rafael Dubeux, secretario ejecutivo adjunto del Ministerio de Finanzas, explicó que se trata de un camino sólido hacia un futuro prometedor, en el que la sostenibilidad y la prosperidad van de la mano.
Dubeux subrayó la urgencia y la importancia del plan, destacando que se trata de una tendencia mundial y Brasil debe ir más allá de aprovechar sus ventajas comparativas.
«O Brasil participa en este proceso, buscando ser un actor relevante e identificar las áreas en las que tenemos ventajas comparativas y cómo podemos posicionarnos como desarrollador de soluciones en este ámbito, o seremos un comprador de tecnologías desarrolladas por otros países», dijo.
De cara al futuro, el plan, según el funcionario, tiene potencial transformador, ya que «no se trata sólo de intenciones, sino de un proyecto sólido que promoverá un crecimiento económico integrador». Para hacer realidad esta visión, el Plan de Transformación Ecológica se estructura en torno a seis ejes interdependientes, cada uno con un conjunto de medidas e instrumentos específicos.
Las proyecciones indican un crecimiento significativo del PIB, destacando los efectos positivos del mercado del carbono. Según el Banco Mundial, la puesta en marcha de este mercado podría dar lugar a un aumento del 2,2 por ciento del PIB potencial en 2030, sobre la base de un escenario de referencia sin la aplicación del plan, generando unos ingresos adicionales de entre 40.000 y 120.000 millones de reales (entre 8.000 y 24.000 millones de dólares).
Además del crecimiento económico, el plan también promete crear millones de puestos de trabajo. Las estimaciones de la encuesta Green New Deal Brasil (GND-BR) apuntan a la creación de 9,5 millones de empleos de aquí a 2030, principalmente en sectores relacionados con la economía verde.
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es otro de los puntos fuertes del plan. Las proyecciones del GND-BR indican una reducción de un gigatonelada de CO² al año de aquí a 2030, lo que contribuirá significativamente a la lucha contra el cambio climático.